martes, 30 de marzo de 2010

Vivir el presente

Anhelar el pasado es desperdiciar el poco presente que nos queda. Es además una manera de mentirse a sí mismo, pues no "todo tiempo pasado fue mejor". Tendemos a idealizar lo vivido, porque en nuestra juventud creíamos que nuestro tiempo era inmenso y nos inclinábamos a obviar lo adverso en la vana esperanza de recuperarlo todo en el futuro. Ahora que sabemos que nuestro futuro es breve, tenemos la oportunidad de concentrarnos en el presente, de hallarnos a nosotros mismos y recuperar la felicidad de haber conseguido, a la postre, recorrer nuestro camino. Si es junto a un ser querido, tanto más intensa esa felicidad.

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