Es cierto que muchos españoles, también socialistas, están enojados por la torpeza del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en gestionar la crisis mundial, que, muy específicamente, afecta a la Unión Europea. Algunos expresan la opinión de que sería oportuno concertar una coalición con el PP, que, sin embargo, no está dispuesto a colaborar en lo más mínimo con el Gobierno en la solución de algo que está por encima de los intereses partidistas: el bien de la nación española. El PP obra según el lema de que “cuanto peor, mejor”. Rajoy solamente tiene una obsesión: la de llegar a ser el próximo presidente del Gobierno. “Después de mí, el diluvio” parece ser su eslogan. También están los observadores que señalan la posibilidad de que el PP presente una moción de censura. Si la pierde Zapatero, se convocarían elecciones anticipadas que muy seguramente ganaría el PP. Pero Rajoy no se decide a dar este paso, consciente de no disponer de la mayoría en el Congreso. Y aquí el PP denuesta contra los partidos regionalistas, olvidando que Aznar pudo gobernar gracias al apoyo de Pujol (CiU). En sí es muy cuestionable la presencia de partidos regionalistas en el Congreso, que pueden chantajear al presidente del Gobierno con sus votos a favor de sus respectivas autonomías. A mi me parece la mejor solución el caso de Alemania, donde un partido sólo puede entrar en el Bundestag (parlamento federal) si consigue superar la barrera del 5% a nivel federal (nacional). La última solución que apuntan los impacientes por ver al PP en el poder es que Zapatero tenga que tirar la toalla y convocar nuevas elecciones.
Aquí habría de difundir un aviso para navegantes. No jueguen con el fuego; no crean en las buenas palabras de Rajoy y de su partido. Rajoy es la derecha y la derechona. El PP no tiene escrúpulos para hacerse con el poder. Recuerden el caso de la aguerrida Esperanza Aguirre, de cómo le arrebató al ingenuo de Rafael Simancas (PSOE) la presidencia de la autonomía madrileña, de cómo se está comportando políticamente (caso de la eterna disputa contra el demócrata conservador liberal Alberto Ruíz Gallardón (PP), alcalde de Madrid, del caso de TeleMadrid, apoyo a los ultras…). Es muy difícil desalojar a la derecha del poder cuando ésta se ha alojado en él. La derecha se filtra en todas las instituciones y procura dominar sobre el sistema judicial. Conoce todos los registros: desde el populismo al paternalismo, la demagogia y al autoritarismo.
Cuidado con la derecha. Que “las ovejas” que den la mayoría a su “buen pastor”, no se encuentren con la sorpresa de que han elegido al lobo. Trabajemos todos en el marco de nuestras posibilidades (pagar impuestos, hacer un buen trabajo, ahorrar en los gastos innecesarios y sobre todo en la energía) con el Gobierno para levantar a España y ahorrarle el calvario de Grecia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario