Estoy confundida, alucino a cuadros. Según Europa Press y las noticias difundidas en diversos programas de la televisión nacional, el presidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, criticó ayer en la COPE que le parece un "disparate que se televisen todos los problemas del orden público con cámaras de televisión, porque incitan a manifestarse".
Mayor Oreja va aún más lejos. Si por él fuese la retransmisión de las cargas policiales no debería verse en la tele “no porque no haya transparencia sino porque hay cosas que exceden la prudencia”.
Y para rizar el rizo manifiesta que no se imagina "una manifestación en Alemania siendo retransmitida por cadenas públicas alemanas”. Dicho lo dicho, el señor Mayor Oreja se queda tan fresco ante su parida, que creerán a pies juntillas muchos de los oyentes casposos y monolingües de la susodicha cadena, encantados con semejante fuente de (des)información.
Señor Mayor Oreja, permítame que le corrija desde mis largos años pasados en el extranjero, (en España viví sólo 16), a los que hay que añadir 36 -que no son moco de pavo- en Alemania.
Alemania ha tenido y sigue teniendo un sistema ejemplar con respecto a la televisión pública, algo que han sido incapaces de conseguir aquí por sus ansias de control todos los gobiernos de diferente color político desde la transición.
La siglas ARD, son una abreviación del larguísimo término Arbeitsgemeinschaft der öffentlich-rechtlichen Rundfunkanstalten der Bundesrepublik Deutschland – "Comunidad de Trabajo de los Entes públicos de radiodifusión de la República Federal de Alemania". Si quiere saber más sobre esa institución, le aconsejo que lea la página de Wikipedia al respecto.
A mí personalmente, como antigua colaboradora del Bayerischer Rundfunk, Radiodifusión Bávara , Institución pública de radio y televisión de Baviera (un land de Alemania gobernado desde 1957 por la mayoría conservadora del partido CSU), se me ponen los vellos como escarpias al leer sus infundadas declaraciones.
En ningún ente público de la Radiodifusión alemana, ni en Baviera, con sus diferentes gobiernos conservadores (algunos con ideas políticas tan discutibles como las del del difunto Franz Josef Strauss, amigo del tan “demócrata” español José Antonio Girón de Velasco y defensor de los coroneles golpistas griegos), se hubiesen jamás permitido dejar de retransmitir, silenciar u omitir manifestaciones de esta envergadura. Eso lo podían quizás hacer ciertos periódicos poco serios de la derecha más reaccionaria, pero nunca las televisiones federales públicas (eso sí, algunas más ampliamente que otras).
Por eso me extraña que el Sr. Mayor Oreja, quien no creo que domine el alemán ni siga con asiduidad los programas de la ARD, se saque esas afirmaciones tan tajantes y gratuitas de la manga.
Y que la cosa no está tan clara como dice M.O. lo demuestra el hecho de que sindicatos policiales y jueces de nuestro país exijan, entretanto, que se investiguen sucesos como las cargas desproporcionadas y desmedidas de la policía y de algunos grupos antidisturbios en la estación de Atocha donde muchos viajeros, algunos de ellos extranjeros, tuvieron que sufrir en sus (mayormente inocentes) carnes la brutal carga policial, que a los más mayores de entre nosotros no ha traído a la mente siniestros recuerdos.
Margarita Rey
¡Muy bien escrito, directo y al grano! ¡Y muy valiente! Gracias ahora a las grabaciones en vídeo, mejor que en fotografías, el espectador está mejor informado (sagrada obligación de los periodistas, que también sufren extralimitaciones de los garantes del orden público) podemos hacernos cabal cuenta del desarrollo de los acontecimientos. ¡Y allí cada cuál con su opinión!
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