Hoy a las 18.30 horas tendrá lugar en el Palacio Campoamor de Oviedo la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2012.
En su XXXII edición los galardonados han sido:
- Richard A. Lerner, Premio 2012 de Investigación Científica y Técnica
- Iker Casillas y Xavi Hernández, ambos reconocidos con el Premio de los
Deportes,
- el escritor estadounidense Philip Roth, de 79 años (que no asistirá a la entrega
porque está convaleciente de una reciente intervención quirúrgica),
- el arquitecto navarro Rafael Moneo (Premio de las Artes),
- la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum (Ciencias Sociales),
- los presidentes del Comité Internacional de Cruz Roja, Peter Maurer, y de la
Media Luna Roja, Tadateru Konoé (Cooperación Internacional),
- el japonés Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades), creador del
popular videojuego "Mario",
- los científicos Gregory Winter y Richard Lerner (Investigación Científica y
Técnica),
- la Federación Española de Bancos de Alimentos (Concordia).
A pesar de que todos son merecedores de tan preciado galardón, a mí el premio que más me ha emocionado por considerarlo más que merecido ha sido el de la Concordia, concedido a la Federación Española de Bancos de Alimentos, que será recogido por su director general, José Antonio Busto.
Y es que, en estos tiempos tan aciagos, es justo que se reconozca la actividad altruista de estas organizaciones llamadas Bancos de Alimentos que cuentan en la actualidad con 54 bancos de alimentos con presencia en todas las provincias y atienden, entretanto, a 1.300.000 personas en nuestro país que gracias a ellos pueden comer (en 2007, cuando empezó la crisis, eran 700.000 personas las que recababan dicha ayuda). En los 54 bancos de la Federación 2000 voluntarios se afanan día a día en conseguir alimentos para que éstos puedan ser repartidos posteriormente a personas necesitadas a través de organizaciones caritativas o de ayuda social.
José Antonio Busto, químico jubilado de 79 años, asturiano de nacimiento, al frente de la Federación, ha sabido estar a la altura en estos tiempos de crisis al conseguir repartir 104 millones de kilos de alimentos entre los más necesitados. Busto declaraba en una entrevista que los Bancos de alimentos distribuían productos alimenticios por valor de más de 280 millones de euros, en cuya distribución se gastaban tan sólo 2,8 millones. “Esto es, cada euro que recibimos lo transformamos en 100. Esta es la medida de nuestra eficacia” señalaba”.
Nuestra más sincera felicitación a los más de 2.000 voluntarios, en su mayoría jubilados, que dedican su tiempo a paliar las necesidades más básicas de un sector de la población azotado por la crisis y abocado a la pobreza debido a la especulación de los más ricos, la voracidad de los banqueros y la incompetencia de nuestra clase política.
Margarita Rey
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