Tema de hoy: En rojo

A partir de ahora, los ciudadanos y ciudadanas (pues no faltaba más) de las capitales españolas de provincia tendrán que llevar preparados 200 euros en su cartera. Las nuevas ordenanzas municipales disponen que cruzar la calle con el disco en rojo conllevará una multa por dicha cantidad al tratarse de una infracción tipificada como “grave” y que está incluida en el artículo 145 del reglamento de circulación.

Me parece una decisión excelente para enseñar civismo a los “gamberros de los semáforos”, que no sólo ponen en peligro su propia vida, sino la de los conductores y ocupantes de los automóviles que, en ese momento, circulaban correctamente con el disco en verde. También es un pésimo ejemplo para los niños que ven cómo sus padres u otras personas mayores se saltan a la torera al hombrecito rojo.

Una mala costumbre que existe en todas las poblaciones y ciudades españolas (y apostaría que en la mayor parte de las europeas). Los que se saltan el semáforo lo hacen casi como una heroicidad, como diciendo: “¡Aquí estoy yo!” Otros ponen de manifiesto un espíritu deportivo olímpico e incluso los hay quienes parecen torear a los coches. “Leña al mono hasta que hable inglés”. Quizá sean 200 euros una sanción demasiado benévola.