viernes, 14 de septiembre de 2012

Curiosidades: Helados caninos


Ya nos quedan pocos días de verano. Los días son más cortos y las noches más frescas. Aunque las terrazas siguen llenas de gente disfrutando de los deliciosos helados que en la época estival nos saben mejor que nunca.

Lo que es posible que ustedes no sepan es que la sensación del verano en Italia ha sido un helado igual de bueno para seres humanos que para perros. El inventor fue un veterinario italiano, un tal Paolo dalla Zorza, que había emigrado a los Estados Unidos a finales del siglo pasado y cuya familia poseía en Italia una heladería, por lo que él se había criado entre fragancias de fresa, pistacho y vainilla.

En América, país donde tratan a los perros mejor que a algunas personas, dalla Zorza pronto se dio cuenta del gran potencial de clientes que podía tener un invento tan simple (hasta ese momento, los propietarios de un perrito compartían los helados con su mascota). Sólo había que tener en cuenta una serie de sustancias nocivas para los perros, como el exceso de grasa láctea y azúcar, así como algunos productos estabilizantes o potenciadores de sabor utilizados para la fabricación de esos deliciosos postres congelados.

Bajo el nombre de “pet ice cream”, el invento empezó a venderse en USA como las rosquillas y en 2005 dio el salto a Italia como resultado de un encuentro fortuito en la Feria de Rimini entre Paolo dalla Zorza y el fabricante italiano de helados Roberto Lobrano, propietario de la famosa empresa “IceRock” de Celle Ligure (Provincia de Savona). Lobrano, economista y maestro heladero, perteneciente a una saga de heladeros de Liguria de gran renombre en toda Italia, se encargó desde ese mismo momento de desarrollar el innovador producto a partir de la receta original de Paolo dalla Zorza y de popularizarlo en toda Italia (no en vano, Paolo tiene también un máster en marketing).

Le ha costado lo suyo dar a conocer el invento más allá de Liguria pero, entretanto, le han salido competidores por toda la geografía italiana (los italianos son maestros en el arte de fabricar helados) . Pero, como Roberto Lobrano dice, no hay que fiarse de las imitaciones.

Ahora que cada vez más españoles eligen a los canes como animales de compañía, no sería de extrañar que, más pronto que tarde, los perritos de nuestro país puedan igualmente disfrutar de esos exquisitos helados caninos, aptos también para personas.
Margarita Rey

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