lunes, 23 de julio de 2012

Leído en la Prensa: “El gran amigo” Hugo Chávez


En el 2005, el entonces líder de la oposición, Mariano Rajoy, tachó de «error monstruoso» e «irresponsabilidad absoluta» la venta de armamento y material militar a la Venezuela de Hugo Chávez. «Yo de ninguna manera lo haría», añadió el ahora presidente del Gobierno. Ayer, en cambio, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, aludió al «gran amigo» Chávez para justificar la presencia de una delegación de la compañía Navantia en el país americano que busca cerrar la venta de nuevos barcos de guerra a Venezuela.

Recién llegado al Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero pactó la venta de cuatro patrulleras y cuatro corbetas al país caribeño por 1.200 millones de euros. Venezuela también cerró la adquisición de 12 aviones de uso militar, aunque esta operación no llegó a cerrarse por el veto de Estados Unidos, propietaria de las patentes de algunos de los componentes de los aparatos. En aquel momento el encargo del Gobierno de Chávez permitió sacar de una delicada situación económica a los astilleros militares españoles, a los que llegó una inyección de dinero que les permitió mantener su actividad. Siete años después, el Gobierno busca nuevos fondos para mantener a flote la industria militar nacional. Y Venezuela, primer comprador de material bélico a España, es un cliente fundamental.

Pese a las críticas pasadas, ayer el ministro de Defensa se mostró partidario de que empresas como Navantia sostengan su cartera de negocio en países como Venezuela. Y aunque reconoció el veto estadounidense a estas ventas, afirmó que «va en el ejercicio de la soberanía nacional tener acuerdos comerciales». «Venezuela no es precisamente muy amigo de los Estados Unidos y su presidente, por cierto, insulta un día sí y otro no al presidente de Estados Unidos, que es un gran amigo nuestro, como también lo es el presidente de Venezuela», señaló Morenés.

Los documentos filtrados por Wikileaks sacaron a la luz la presión que en el 2005 la embajada norteamericana ejerció sobre Exteriores para abortar aquella operación, y que provocó un soterrado enfrentamiento entre el entonces titular de ese departamento, Miguel Ángel Moratinos, y el de Defensa, José Bono.
Entonces el Gobierno socialista dejó de lado su pacifismo a cambio de 1.200 millones. Hoy parece que el Ejecutivo de Rajoy está dispuesto a hacer lo mismo con su conocido «antichavismo”.

Fuente: Diario de La Rioja (larioja.com)
Autor: ANDER AZPIROZ

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