No hay actividad donde
más se mienta que en la política. En todos los países. Esto vale tanto para el
gobierno como para la oposición. Parece como si la verdad fuese demasiado débil
para conseguir metas: la principal, hacerse con el poder.
Pero si existe en España
un gobierno que merezca un “premio a la
mentira” es el de Rajoy. El actual presidente del Gobierno confesó a la prensa
que había mentido cinco veces en la campaña electoral. Rajoy no dice la verdad
ni siquiera con los ojos. Su cara engaña. Mariano Rajoy tiene muchas caras,
según su interlocutor. Y un morro que se lo pisa, como cuando pronunció en un
mitin la frase de que “el PP es el partido de los trabajadores”. Ya se ve en la
práctica. Las medidas de recortes del gobierno del PP sólo están
machacando a las clases más bajas, en
especial en trabajo, sanidad y
educación.
Cristóbal Montoro mentía
cuando aseguraba que España comenzará a recuperarse en 2014. Los economistas especializados en asuntos
españoles se echaron las manos a la cabeza cuando escucharon también que la
economía española iniciará su crecimiento y (de cara a los casi 26 millones de
parados) que a partir del próximo año se reducirá el número de desempleados. ¿Piensa el señor Montoro en otra emigración
masiva como en 1960?
Comprendemos que el
presidente Rajoy y sus ministros se tiren faroles cuando hablan en foros internacionales. Todas las naciones
actúan igual. Cuando se trata de asegurarse un buen puesto internacionalmente,
es comprensible que miembros del ejecutivo se aparten en cierta medida de la
verdad, siempre que la no verdad no perjudique a terceros. El Gobierno español está no sólo para servir al país, sino también
para mejorar la situación de España en el mundo, lo cual redunda en interés de todos los españoles. Es
cierto que los primeros beneficiados son los grandes empresarios, a los que un
gobierno auténticamente social incitaría a que creen más puestos de trabajo y se abandonen
prácticas sucias, como los llamados “contratos basura”.
Pero tal como está
actuando el Gobierno de Rajoy (desastrosa política de sanidad pública, restrictiva
política de educación y abandono a su mísera suerte de parados y pobres),
que esos señores y señoras ahí arriba no quieran hacernos comulgar con ruedas
de molino.
Creo que la que dijo lo del partido de los trabajadores fue la impresentable Sra. Cospedal
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