martes, 19 de noviembre de 2013

Tema de hoy: Angela Merkel


 
 
Mal cartel tiene la canciller federal de Alemania en los medios de comunicación españoles. Casi se acusa a Angela Merkel de querer arruinar o apoderarse económicamente de nuestro país.
 
Angela Dorothea Merkel nació en Hamburgo  (17 de julio de 1954). Desde 2005 desempeña las funciones de presidenta del Gobierno alemán, en aquel entonces en coalición con el Partido Socialdememocrata Alemán (SPD).  
 
La carrera política de Merkel es calificada como “meteórica”. En los comicios de 2013, Angela Merkel obtuvo una aplastante mayoría. Merkel vivía a la sazón en la República Democrática Alemana (comunista) con su padre, el pastor luterano Horst Kasner. De joven militó en la organización anticomunista, Juventud Libre Alemana.  Su militancia en este grupo político contra el régimen comunista de Alemania del Este, le granjeó muchas simpatías en la conservadora Unión Democristiana (CDU), que la auparon hasta el jefe del partido y canciller federal Helmut Kohl. Merkel, con una gran dosis de tenacidad y disciplina se ganó la confianza de Kohl, que pocos años después se vio desplazado del poder por su aplicada alumna. En 1998 Merkel  ya era secretaria general de la CDU y en el 2.000 presidenta del partido.
 
Merkel es una firme partidaria de la Unión Europea, y aspira a que Alemania sea el motor de la UE, pero sin despertar envidias ni recelos. Su idea básica consiste en la reforma del Sistema de la Salud, el desarrollo energético de Alemania, defendiendo el desarrollo de la energía nuclear, así como el fomento de programas para energías alternativas en Alemania. La canciller de Alemania espera de Europa una línea férrea de austeridad,  pero sin que esto afecte a Alemania, que ya llevó a cabo con éxito lo exigido por la crisis europea.
 
Merkel tiene al lado las ruinosas consecuencias del régimen comunista, que convirtió al Este de Alemania en un país subdesarrollado, al que subvenciona  el contribuyente con parte de sus impuestos. La canciller tendría que comprender que los demás países europeos, principalmente los del sur, están ahora en una situación similar o peor que los alemanes del Este.
 
Pero Merkel parece carecer de la sensibilidad que demostraron sus socios europeos cuando acordaron las ayudas especiales para sufragar el proceso de reunificación de Alemania, que pagamos todos los miembros de la UE. Y también tiene la memoria muy corta por lo que respecta a las ayudas comunitarias a la Banca. Desde  que en octubre de 2008, como resultado de la crisis de las subprime, la Comisión Europea acordase socorrer al consorcio financiero inmobiliario alemán Hypo Real-Estate con un plan de ayuda de 35.000 millones de euros, la Banca alemana ha recibido ayudas comunitarias por un valor de aproximadamente 106.000 millones de euros. Y esto sin las brutales condiciones que se impusieron a nuestro país a consecuencia del rescate del sector bancario español (del que se están beneficiando, y no poco, los bancos alemanes).
 
Por otra parte no se puede ocultar que también en Alemania hay parados (6,8%), numerosas familias viven en el umbral de la pobreza, con el euro ha aumentado los costes de la vida, para un parado es muy difícil encontrar un trabajo que corresponda a su formación  y el alquiler de un piso o el coste de un chalet adosado no está al alcance de todos los bolsillos. Si los alemanes consiguen remontar la crisis es debido a su austeridad,  su sentido del ahorro y su disciplina.
 
Alemania es uno de nuestros mejores amigos en la UE. Alemania ha hecho por el desarrollo de España (naturalmente también en interés propio), lo que no ha hecho, por ejemplo, Francia: construcción de carreteras y autovías, por citar un ejemplo. Pero si queremos una armónica Unión Europea ningún miembro de la misma debe convertirse en el mandamás. Angela Merkel pone el listón muy alto.
 
 
  

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