Mientras escribo, escucho, que no veo, aunque la mire de vez en cuando, a través de una televisión pública española, que otra televisión pública, pero inglesa, está retransmitiendo en directo una sesión parlamentaria en la que contestan a preguntas comprometedoras, los principales responsables británicos de las escuchas, el espionaje y el contraespionaje.
De esta manera, el Reino Unido ejemplo de manual de tv pública en el mundo de la comunicación, quiere limpiar su imagen y decir al mundo entero que no tienen nada que esconder en cuestiones de espionaje, a raíz del proceso iniciado por EE UU. Pero el ejemplo de transparencia al que todo al mundo alude, hace que la emisión televisada lleve un desfase (un retardo) de varios minutos, por si las declaraciones ponen en peligro la seguridad nacional o a las personas que trabajan en los servicios de inteligencia. ¿Qué transparente, verdad? ¿Qué temen los responsables políticos de lo que puedan decir los declarantes? En mis libros de comunicación audiovisual dice que esto se llama manipulación, y en algunos casos se le llama también censura.
Los trabajadores de Canal 9, en Valencia han puesto también sobre la mesa esta semana la censura y los condicionantes políticos, a los que dicen haberse visto sometidos en los 24 años de historia del canal público perteneciente a la Federación de Organismos de Radio Televisión Autonómica. El Tribunal Superior de Justicia daba la razón a los trabajadores y declaraba nulo el ERE, y el presidente de la Generalitat Valenciana, decidía cerrarlo definitivamente, horas después.
Los canales autonómicos están reconocidos y amparados por la Ley del tercer canal y forman parte del derecho de los ciudadanos a una televisión de proximidad, libre, independiente y pública. No sólo habrá que depurar responsabilidades políticas, sino judiciales. Desde que los trabajadores han decidido seguir emitiendo bajo su propia responsabilidad han triplicado la audiencia perdida. Declarar que el cierre de esta tv, «permitiría la apertura de colegios y hospitales», me parece demagogia con mayúsculas.
Espero que los trabajadores no sufran el horror que veo por televisión privada: los trabajadores de la tv pública griega están siendo desalojados por la policía.
Fuente: Diario SUR
Autor: RAFATAL
Autor: RAFATAL
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