En Barcelona es una celebridad y, al mismo tiempo, una heroína: Eliana Guerrero. Desde hace más de dos años, esta comercial colombiana sacrifica su tiempo libre a alertar a los usuarios del Metro de Barcelona, especialmente a los turistas, del peligro de los carteristas. Con un silbato, un frasco de pimienta y un paquete de octavillas en varios idiomas se dedica a patrullar por los andenes para evitar los robos que se han convertido en una plaga para los ciudadanos y los turistas que utilizan este medio de locomoción.
Eliana es el terror de los “chinaores” del metropolitano barcelonés. La han agredido, insultado y han incluso intentado comprarla para que cese su acoso y les deje “trabajar” en paz. Pero Eliana no acepta presiones y día tras día, en cuanto su trabajo se lo permite, vuelve a su tarea de vigilante honoris causa, que denuncia la presencia de los cacos ahí donde no llegan ni los "mossos de esquadra" ni las cámaras de vídeoseguridad.
Aunque ella sola no da abasto, no se conoce hasta ahora a nadie más que se haya unido a ella para participar en esta singular campaña contra estos malhechores, generalmente menores pertenecientes a bandas organizadas, que –debido a nuestro laxo Código Penal– campan a sus anchas y hacen su agosto en el metropolitano de Barcelona.
Margarita Rey
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