El triunfo electoral dela
democristiana Angela Merkel, que ha obtenido 311 escaños (CD/CSU), no ha ganado
por poco la mayoría absoluta en el parlamento alemán (Bundestag). La pregunta
que todos se hacen ahora es con quién va a colaborar Frau Merkel, que siempre
expresó su deseo de no concertar ninguna coalición. El espectro político alemán
es ciertamente más complicado que en los tiempos de la posguerra, con el
derechista político católico Konrad Adenauer, cuyo gobierno era un dique contra
el comunismo y la izquierda (SPD). Adenauer incidió en la salvación de nazis,
enviados en gran parte a Argentina o Paraguay y, como diplomáticos, a la España
de Franco. Los necesitaban los aliados en la llamada Guerra Fría contra el
comunismo.
La señora Merkel tiene
otros problemas. Los liberales habían ya declarado que no harían coalición con
otro gobierno Merkel. Ya no necesitan pensárselo: al no haber superado el 5%
(apenas han conseguido un 4,8%), no estarán representados en el Bundestag. Su jefe
ya ha dimitido. Quedan los Rot-Rot-Grüne (Rojo-Rojo-Verde), formaciones
políticas izquierdistas poco adecuadas para formar coalición con la derecha,
aunque sí hacen coalición entre sí. No sólo algunos alemanes, sino también en
el ala izquierdista (minoritaria) de la UE, hay voces que opinan que
Rot-Rot-Grüne sería la mejor solución para Europa. Con interés se espera en los
círculos políticos si Angela Merkel acudirá al SPD, la segunda fuerza política,
para una colaboración estable, si no,
una Gran Coalición.
En los medios
conservadores de la UE se ha saludado la victoria de Merkel, una europeísta de
derechas y hay quien opina que Angela Merkel es “una mujer para Europa”. En
España, también los conservadores han acogido con cierto optimismo el triunfo
de Merkel, cundiendo ha creencia de que la canciller alemana será beneficiosa para
España por un cierto interés por este país y que, pasadas las elecciones, matizará su dura postura en la cuestión de los Eurobonos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario