Dada la diversidad de los
países que integran la Unión Europea (UE), en este siglo, muy seguramente, no
se vivirá una auténtica unión de los países europeos, una especie de
confederación como Estados Unidos. Son muchas las diferencias y fuertes los
intereses de cada Estado, todos aferrados a una soberanía que, en la práctica,
especialmente económica o financiera, hace tiempo que ha dejado de existir.
Mientras que los nacionalismos no dejan de brotar, en cuanto hallan la ocasión,
empobreciendo el panorama político y social y restringiendo las libertades, así
como tendiendo a recortar la democracia, no es posible crear un positivo “nacionalismo”
europeo, como entusiasmo por pertenecer a un núcleo donde se frene al
neoliberalismo, se obligue al, por otra parte necesario, capital a cumplir con
su responsabilidad social y en el que no haya más parados ni indigentes,
gracias a la cooperación del capital con
el Gobierno de la UE y de los respectivos ejecutivos confederados o federados,
y gracias a la sensatez de los progresistas, que no confunden idealismo con
política.
España es uno de los
importantes miembros de la unión de democracias europeas occidentales , el país que, a causa de la
dictadura, faltaba para completar un bloque europeo occidental democrático y
poder hablar de Unión Europea sin fisuras.
Desde que se fundó la
Comunidad Económica Europea (25 de marzo de 1957), Franco vio la importancia de
pertenecer a esa unión, para al fin ser reconocido como dirigente demócrata y
su régimen autoritario como “democracia orgánica”. Pero los demócratas europeos
no estaban por la labor. Cierto es que España era un importante aliado contra
el comunismo y que eran imprescindibles las bases nucleares norteamericanas en
el país, para cubrirse la retaguardia. Pero cada solicitud de ingreso era
rechazada. La condición que ponía la CEE era que España fuese una auténtica
democracia. También los empresarios españoles estaban a favor de un cambio,
pues empezaba la era de las multinacionales y del consumismo. El General no era miope. Vio que había llegado el
momento de un pequeño cambio cosmético, aunque en España se siguiera
persiguiendo a los auténticos demócratas e incluso todavía se dictaban penas de
muerte contra los adversarios de la dictadura.
Un paso esencial hacia un
régimen más abierto y económicamente competitivo lo dieron los tecnócratas del
Opus Dei, Laureano López Rodó y Gregorio López Bravo, a quienes se debe que
España dejara de ser sólo campesina y que el capital español invirtiera, en vez
de ser almacenado en los bancos. Se llegó a hablar, también en Europa, del
pequeño ”milagro económico español” : “de la mula al 600”.
Franco siguió el consejo
de los tecnócratas y empezaron a rodar cabezas falangistas, que recordaban
demasiado al fascismo. Un destacado jerarca de la Falange, Fraga Iribarne, fue
enviado de embajador a Londres. La masiva emigración española a la Europa del
bienestar, a la que se quería pertenecer, descargó el congestionado mercado
laboral y abrió al régimen una nueva fuente de ingresos: las divisas que
enviaban los emigrantes a sus familias.
España es ahora una
democracia y es miembro de pleno derecho de la UE, que con Portugal llega hasta
la costa occidental del Atlántico. Dependerá de la habilidad y el buen hacer
político y económico de los gobernantes españoles que seamos imprescindibles
para una Europa que lo tiene crudo con sus fronteras hacia el Este. El cruento
conflicto en Ucrania y la actitud intervencionista de Rusia (Putin), así como
la advertencia del presidente de EE. UU., Obama, a Moscú,
pueden involucrar directamente a la Unión Europea.
La UE me despierta sentimientos encontrados. Por una parte veo con buenos ojos una integración a nivel económico, cultural, político, etc Creo que la unidad de una serie de países que comparten raíces históricas comunes puede ser muy beneficiosa. Pero por otra soy bastante reacio al aumento enorme de la burocracia q conlleva, a la pérdida de la soberanía nacional en beneficio de unas instituciones poco transparentes y bastante desconocidas, y a la imposición de un modelo unilateral de políticas. Podemos decir que una unión europea es deseable pero... ¿sólo existe este modelo? ¿No es mejorable? ¿Sería posible una UE distinta, más unida en lo bueno, en lo que interesa y beneficia a los ciudadanos y no tanto en lo negativo? Pq si la UE está para sangrarnos a impuestos, llevar a cabo políticas económicas intervencionistas, subvencionar a los latifundistas, expulsar inmigrantes y establecer una serie de regulaciones que perjudican la competitividad pues entonces no la quiero.
ResponderEliminar¿Por qué no es posible q los políticos actúen en beneficio de la ciudadanía? Coño, q les pagamos sus abultados sueldos.