Atalaya: El rumor y la noticia



Foto: elmundo.es

En algunos medios de comunicación, poco serios, sensacionalistas o partidistas suele convertirse en noticia lo que es solamente un rumor, aunque también existe  el caso, en los “informadores” metidos en política, de convertir una noticia en un rumor si así le conviene a su partido. Lo que sí es correcto desde el punto de vista profesional es informar de que existe un rumor, dejando bien claro que el medio de comunicación sólo informa de la existencia del rumor y, si lo consigue, de la fuente u origen  del mismo. El ciudadano bien informado puede sacar importantes conclusiones de esta información adicional o aclaratoria.

Con tanta corrupción y juego sucio, sobre todo de la derecha, hay que discernir entre los medios viciados y los correctos. Si un periodista tiene dudas acerca de algo, que al parecer, sucedió, y que es interesante para quienes investigan el asunto, puede recurrir a la frase hecha de “según fuentes (círculos) bien informadas”, indicando, si es posible, cuáles son dichas fuentes o dichos círculos. Dar el rumor como noticia es  propio de individuos infiltrados en la profesión para servir de herramienta de la mentira al gobierno en cuestión, a un determinado grupo de presión o a un partido. El periodista fiel a su deber de informar a la opinión pública, tiene a su disposición numerosos instrumentos gramaticales (por ejemplo: “El ministro habría dicho…) para distanciarse y no  convertir en un hecho lo que se escribe o dice (radio, tv), sino para usarlo sólo como complemento del acaecer cotidiano, al que también pertenece la información.

Es sabido que las tiradas o las audiencias suben con los rumores y más si éstos son  sensacionalistas. También es conocido el aluvión de querellas que caen sobre los juzgados por pretender dar una exclusiva sin poseer la documentación verídica del caso y fiarse demasiado de los rumores. Un manipulador de la información puede presentar el rumor como noticia. Pero lo auténticamente periodístico es investigar hasta que el rumor se esfume y resplandezca la verdad.