En febrero pudimos leer en El Correo una primicia sobre un nuevo tratamiento personalizado contra un subtipo de cáncer de pulmón. Y la semana pasada, otra gran noticia se extendía como un reguero de pólvora por todo el mundo: En Minesota (EE.UU.) se había descubierto que una vacuna modificada contra el sarampión podría curar la leucemia (cáncer de sangre).Buscando en internet, ya que las publicaciones al respecto eran más bien escuetas, encontré este artículo de Telemundo Chicago (basado, según apuntan, en un informe de la Agencia EFE):
“Investigadores de Minesota (EE.UU.) lograron acabar con el cáncer de sangre que se creía incurable que padecía una mujer inyectándole una dosis masiva de una cepa genéticamente modificada del virus del sarampión, informó la Clínica Mayo en un estudio.
Durante un ensayo clínico el año pasado, investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (Minesota) descubrieron que una cepa genéticamente modificada del virus del sarampión de tipo MV-NIS acababa con las células de mieloma múltiple, un tipo incurable de cáncer de sangre que afecta a los plasmocitos en la médula ósea.
Una de las dos pacientes del estudio fue Stacy Erholtz, de 49 años y que desde hacía una década padecía mieloma múltiple. Su cáncer remitió completamente a raíz del tratamiento con el virus MV-NIS modificado, y lleva seis meses sin reaparecer.
"Creo que es simplemente increíble. ¿Quién lo habría pensado?", dijo Erholtz en un vídeo proporcionado a Efe junto con el estudio médico, publicado esta semana en la revista Mayo Clinic Proceedings.
"Aparentemente, me inyectaron lo suficiente como para vacunar a 100 millones de personas, lo cual es alarmante. Afortunadamente, no me enteré de eso hasta después de recibir el tratamiento", añadió la paciente.
Según el hematólogo Stephen Russell, el principal autor del estudio, los investigadores trabajaron durante una década para poner en práctica "un concepto muy simple", el de que "los virus entran naturalmente en el cuerpo y destruyen los tejidos".
En términos sencillos, el virus provocó que las células cancerígenas se juntaran y se desintegraran, según explicó Angela Dispenzieri, otra de las autoras del estudio y experta en mieloma múltiple. Además, "hay indicaciones de que (el virus genéticamente modificado) puede estimular al sistema inmunológico para que reconozca mejor las células cancerígenas y ayude a luchar contra ellas de forma más eficaz", indicó Dispenzieri.
El estudio se enmarca dentro de la investigación con viroterapia oncolítica, que consiste en el uso de virus modificados genéticamente para que infecten las células tumorales pero respeten los tejidos normales. Los investigadores fabricaron para el estudio una cepa de virus altamente concentrada y que al mismo tiempo no provocara efectos graves en los tejidos sanos, según la Clínica Mayo. La segunda paciente del estudio no respondió igual de bien al tratamiento, pero en su caso los investigadores pudieron comprobar a través de imágenes de alta tecnología cómo los virus administrados por vía intravenosa se dirigían específicamente a las áreas con crecimiento de tumores, indicó el estudio.
Los investigadores preparan una segunda fase del ensayo clínico con más dosis del virus, y quieren probar si su eficacia aumenta al combinarlo con la radioterapia, con la idea de obtener en los próximos años el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para expandir el uso del tratamiento.
"Éste es el primer estudio que establece la viabilidad de la viroterapia oncolítica sistémica para un cáncer diseminado", subrayó Russell".
Fuente:Telemundo Chigago / EFE
Pero las alegrías no acaban aquí, hace tan sólo un par de días ABC publicaba el siguiente informe de Ana Martínez sobre otro nuevo tratamiento muy esperanzador, el CART, supuestamente capaz de acabar con las células cancerígenas en el organismo.
Bajo el título: CART, el esperanzador tratamiento que podría acabar con el cáncer, la periodista escribe:
“A Emily Whitehead le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda con tan solo seis años, en 2010. Se trata de un tipo de cáncer infantil muy común en el que la quimioterapia no siempre tiene los efectos esperados. Pero, por suerte, la historia de esta niña estadounidense sigue escribiéndose hoy día. Porque Emily no solo está viva. También está curada de su cáncer. Y todo gracias a una técnica experimental: Chimeric Antigen Receptor T-Cell (CART).
Mucho sufrieron los padres de esta pequeña tras comprobar cómo el cáncer era inmune a la quimioterapia. Desesperados, decidieron probar en 2012 con el nuevo tratamiento sobre el que el doctor Carl June, de la Universidad de Pennsylvania, llevaba tiempo trabajando aunque aún no había experimentado con humanos. El CART se vale de la tecnología para extraer al enfermo las células inmunes (células T) y modificarlas. De esta manera, se crean una células «asesinas», especialmente entrenadas para acabar con las células cancerosas, capaces de reproducirse hasta no dejar en el cuerpo del paciente rastro alguno de cáncer.
Aunque a la pequeña Emily el nuevo tratamiento casi le cuesta la vida, funcionó. A los siete meses, el cáncer había desaparecido de su cuerpo. Y a día de hoy es una niña sana.
Dr. Carl June |
¿Un milagro? Lo que está claro es que este novedoso tratamiento se ha convertido en la mina de oro por la que se han peleado numerosas empresas. Tras los buenos resultados obtenidos, el doctor June recibió cientos de llamadas que le ofrecían suculentas ofertas por su investigación. Al final llegó a un acuerdo con Novartis, cuyo CEO, Joseph Jimenez, protagoniza este mes la portada de la edición estadounidense de «Forbes» bajo el titular: «¿Este hombre curará el cáncer?».
La multinacional invirtió 9,9 mil millones de dólares para que el doctor Carl June y su equipo se dedicasen a la investigación y desarrollo del tratamiento teniendo en cuenta que el tiempo juega en su contra. «Los recursos no son un problema», asegura Joseph Jimenez en Forbes. «Quiero saber qué necesitan para ejecutar sus ensayos y llevar cuanto antes al mercado el tratamiento porque estamos hablando de pacientes que están a punto de morir. No podemos dejar que los recursos se interpongan en el camino», asegura.
Hasta ahora, los resultados han sido muy satisfactorios: en todos los casos tratados, 25 niños y 5 adultos, el cáncer ha desaparecido. La esperanza, ahora, se centra en el CART.
Un largo proceso
Novartis prevé para 2016 haber finalizado con los ensayos clínicos y haber puesto en marcha una planta de fabricación para crear tratamientos individualizado a cada paciente y encontrar la manera de disminuir los efectos secundarios que casi mataron a Emily. A continuación, toca presentarlo a la FDA.
Sin duda, el CART es un tratamiento revolucionario y en él hay puestas miles de esperanzas. Pero también es verdad que detrás se esconde una «guerra económica» en la que Novartis está jugando sus cartas. No hay que olvidar que la compañía comercializa también Gleevec, un medicamento anticancerígeno de 2.000 euros por paciente al mes cuya patente finaliza en julio de 2015.
Sin embargo, aunque la multinacional suiza cuenta con el equipo pionero de investigación del CART, no son los únicos que trabajan en perfeccionar la técnica. El centro MD Anderson, Kite Pharma o Juno Therapeutics compiten con Novartis.
Esta situación evidencia que los esfuerzos para desarrollar nuevas curas para tratar el cáncer están en la economía, no en la ciencia. «La estructura de precios de la oncología necesita ser replanteado porque se ha alcanzado un nivel que no va a ser sostenible a largo plazo», reconoce Jiménez en Forbes. Ahora, toca esperar y comprobar si los tratamientos acaban siendo accesibles a todo el mundo".
Fuente: ABC
Autora: Ana Martínez
Dos muy buenas noticias que abren nuevos horizontes de esperanza en la lucha contra esa artera enfermedad que, día a día, tantas vidas se cobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario