Diario SUR se hacía eco este fin de semana de la sorprendente noticia: una pequeña empresa cervecera de Vélez (Málaga) ha comenzado a exportar sus productos a la República Checa. Para aquellos que no lo sepan, Chequia es desde 1842 mundialmente famosa por su cerveza Pilsen, elaborada a base de productos naturales en la localidad del mismo nombre y con denominación de origen desde 1858. Por establecer pues un parangón: se trata de algo así como haber conseguido vender hielo a los esquimales.
Lo más novedoso del caso es que esta cerveza, creada por el maestro cervecero Antonio Montes para Cervezas Murex (una pequeña empresa que empezó a funcionar de forma artesanal hace apenas tres mese), se elabora a base de jugo de caña de azúcar. Los demás ingredientes son clásicos: cebada, lúpulo, levadura y agua de la Axarquía y el éxito ha sido tal que ya tienen vendida la producción hasta 2015.
Cierto, por el momento, esta empresa comercializa modestos 1.000 litros a la semana, pero los dos socios fundadores, el químico Montes y el economista Israel Berjillos, aseguran que pueden llegar a producir 400.000 litros al año. De hecho, ya se plantean ampliar la fábrica y cambiarse a otra nave que se adecue más a sus necesidades. Al parecer, Murex tiene previsto fabricar en sus instalaciones de Torre del Mar cinco variedades de esta bebida para poder atender las demandas de bodegas, vinotecas, restaurantes y tiendas del gourmet (por lo visto ya han conseguido meter cabeza en El Corte Inglés, que venderá sus cervezas en su exclusivo Club del Gourmet).
A pesar de su corta trayectoria empresarial, Murex cuenta ya con el distintivo “Sabor a Málaga” que concede anualmente la Diputación de Málaga para promocionar los productos de la región. Un merecido reconocimiento para estos dos emprendedores y su singular apuesta, así como un tímido rayo de sol en estos tiempos de crisis. ¡Felicidades!
Margarita Rey
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