Un informe de la patronal turística de la Costa Blanca eleva ya hasta cerca de un millón las plazas de alojamiento que escapan al control de la Administración autonómica en la Comunidad Valenciana, la mitad de ellas en la provincia de Alicante. Cifra que ha disparado la competencia desleal con los 28.077 propietarios de viviendas registradas en la provincia que ven cómo, año tras año, aumenta la presión sobre su actividad, el alquiler legal que, además, genera un actividad económica anual de 16.350 euros por plaza, por los 1.925 euros por plaza de los apartamentos que no están controlados, pero que se anuncian "con toda impunidad en páginas web", según denunciaron ayer fuentes de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).
En la provincia, se calcula que 500.000 plazas escapan al control, repartidas en las 125.000 casas potencialmente alquilables durante el año. Un dato que crece, temporada tras temporada, debido a la cantidad de casas nuevas que han terminado alimentando el mercado del alquiler por la crisis de ventas derivada de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
La patronal turística de la provincia lleva años peleando porque la Administración le ampare contra el alquiler ilegal de viviendas a los turistas que eligen la provincia para disfrutar de sus periodos de descanso, pero, de momento, no sólo no han tenido éxito, sino que han visto crecer multitud de plataformas web que, en muchos casos, sustituyen como intermediarios a los tradicionales porteros y ofrecen viviendas en alquiler sin ningún tipo de fiscalización desde la Conselleria de Turismo.
La Generalitat está desbordada pese a que, según denuncian los empresarios hoteleros y aquellos que explotan legalmente apartamentos de alquiler, la actividad irregular mueve al año 4.000 millones de euros en la Comunidad, por los 2.900 millones de la oferta reglada y fiscalizada por el Ministerio de Hacienda.
La competencia desleal se hace más evidente en la ciudades con más oferta de alojamiento reglada, como es el caso de Benidorm. Según Manuel Cabezuelos, presidente de la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca, (Aptur), tres de cada cuatro turistas que pernoctan en Benidorm lo hacen en establecimientos clandestinos, básicamente en apartamentos alquilados directamente por el propietario al margen de cualquier control de la Administración, o a través de empresas, en este caso vía Internet, igualmente no dadas de alta. Benidorm tiene una población flotante superior a las 400.000 personas en la temporada alta, y la oferta reglada es de 72.000 plazas entre hoteles, apartamentos y campings, de ahí el éxito de esta forma de alojamiento.
Javier García, vicepresidente de Hosbec, asociación que, además de los hoteles, defiende los intereses de empresas con más de diez mil plazas de apartamentos turísticos, lo tiene claro. «La Administración autonómica no debe hacer mucho para mejorar el control. Con meterse en una página web de las que alquilan esos apartamentos tendrá toda la información a su disposición».
Fuente: Información
Autor: F. J. B.
Autor: F. J. B.
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