Atalaya: ¡Qué diferencia!

En Alemania la Iglesia Católica no lo tiene tan fácil. El Fiscal está investigando al obispo de Limburg, Franz Peter Tebartz-van Eist, acusado de megalomanía y autoritarismo.

 

Principalmente se acusa al obispo de hacerse construir un palacio episcopal, que ya ha superado los 31 millones de euros. Por este motivo, los medios alemanes de comunicación zahieren al “hombre de Dios”. El proyecto había sido presupuestado en un principio en 5,5 millones de euros. El Fiscal habla incluso de malversación. Además, la Fiscalía ha intervenido en el proceso de Tebarzt-van Eist contra el semanario Der Spiegel, que había informado de que el obsipo de Limburg había realizado un viaje con la Lufthansa, en primera clase, a la India para visitar asentamientos de pobres. El “obispo del lujo” se querelló contra Der Spiegel, presentando una declaración jurada. Según el Fiscal la declaración jurada es falsa. Por tal motivo quiere también que se penalice al “religioso”.

 

Tebarzt-van Eist quería inmediatamente volar a Roma para dar explicaciones a la curia. Pero abandonó su intención de comparecer en el Vaticano, porque el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, arzobispo Robert Zollitsch, que se ha distanciado por completo de su polémico obispo, se le ha adelantado. Zollitsch vuela al Vaticano para tratar el asunto con el papa Francisco. El imputado obispo quería leer una pastoral, pero dadas las circunstancias se lo pensó mejor y prefirió no tocar el tema ante los fieles. Ahora, animado por sus influyentes  amigos entre los obispos alemanes,  Tebarzt-van Eist está en Roma. ¿Pedirá asilo en el Vaticano? El papa Francisco dirá la última palabra. ¿Quién iba a decirle que su exigencia de renunciar al lujo se iba a ver cuestionada precisamente por los disciplinados obispos alemanes?

 

Para que nadie crea que la Iglesia católica alemana es en su conjunto un castillo de honestidad: Tebarzt-van Eist encuentra apoyo en influyentes miembros de la curia como el prefecto de la Congregación de la Fe, arzobispo Gerhard Ludwig Müller, que conoce el proceder del incriminado obispo de Limbug y, en su día, según FAS, aseguró que el obispo permanecerá en su cargo. Ya se verá lo que dice Francisco.