viernes, 25 de octubre de 2013

Atalaya: El desastre de Cuba




 
El año 1898 fue considerado en España –y lo sigue siendo- como aciago. En este año perdimos a Cuba, última colonia española en ultramar. No sólo los grandes personajes de la política o el hombre de la calle, también los intelectuales experimentaron  una gran depresión. Se les llama “la generación del 98”: Azorín, Pio Baroja, Miguel de Unamuno, Ramiro de Maeztu… Pio Baroja (vasco) atribuía el declive de España a la ocupación mora, que habría degenerado el espíritu español. Es cierto que, en mi opinión, la invasión de los sarracenos en gran parte de España, en especial en Andalucía, no fue tan ventajosa para nuestro país, que quedó bastante apartado de Europa. “Los del 98”, pasada la primera sacudida del seísmo cubano, pensaron en otra alternativa para España  y creyeron hallarla en Europa. Fue cuando al paisaje comenzó a ganar importancia en las letras españolas.
 
En realidad, la guerra de Cuba fue una guerra contra Estados Unidos, que desde entonces han intentado apoderarse poco a poco de los estados caribeños. Puerto Rico es un buen ejemplo, pero EE UU perdieron en Filipinas. Washington no ha conseguido hasta ahora añadir Puerto Rico a las estrellas de la Unión y el español sigue siendo la lengua materna  de los portorriqueños. Pero hay poderosos círculos de los grandes empresarios y de la oligarquía del país que hacen causa común con EE UU, desean pertenecer con plenos derechos a Norteamérica y adoptar el inglés como lengua oficial.
 
Para inmiscuirse en la guerra de la independencia cubana contra España, EE UU recurrieron a un truco: volar el acorazado Maine, y echarle las culpas a los españoles (algunos expertos afirman, sin embargo, que el hundimiento fue causado por la explosión accidental del polvorín del navío). Los soldados españoles se batieron con gran heroicidad contra un enemigo muy superior. La guerra de Cuba fue en realidad una guerra hispano-cubana-norteamericana
 
El reproche que se le puede hacer a los gobernantes españoles hasta 1898, es no haber modernizado el Ejército y la Armada si se querían mantener las colonias de ultramar.
 
La guerra tuvo lugar durante la regencia de Maria Cristina  (por Alfonso XIII), siendo presidente del gobierno español Práxedes Mateo Sagasta y William Mc. Kinley de los Estados Unidos.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario