Hay cada vez más voces en España que opinan que el PP está usando cada vez más al Rey para que promueva en el Extranjero la marca España. Si fuera así, sería un intolerable desgaste del español hasta ahora más respetado en el Extranjero. Además, puede colocar al monarca en embarazosas situaciones, como en Nueva York, donde el diario The New York Times publicó el pasado fin de semana, estando allí el Rey, un demoledor reportaje sobre la España actual, que iniciaba con la foto de una persona rebuscando en un contenedor de basura.
Mantengamos la marca España, pero no nos marquemos faroles con ella. La situación en nuestro país requiere una política coherente y enérgica, pero que se haga caer todo el peso de los recortes sobre los no privilegiados mientras los ricos industriales siguen disfrutado de su vida en exóticos países e incluso en la propia España. Rajoy lo sabe, por eso apenas da la cara. Para las declaraciones envía ante las cámaras a sus dos fieles adalides, Soraya Sáenz de Santa María y María Dolores de Cospedal.
No es extraño que la sociedad se indigne contra los políticos, como demostró el fin de semana y se manifieste, sitiando al Congreso de los Diputados. Políticos y diputados tuvieron que ser evacuados por la policía. Las manifestaciones, aunque multitudinarias, fueron en su conjunto no violentas, excepto algunos brotes protagonizados por grupos antisistema. Los indignados ciudadanos exigen, no sólo un cambio de la política sino una política de cambio que acabe con la vergüenza nacional de la situación española. Hubo heridos entre los manifestantes y la policía, pero la inmensa mayoría fue pacífica. Como siempre, encapuchados se encargaron de algunos actos de vandalismo.
En este orden de ideas es interesante la “anécdota”, recogida por varios diarios, de un encapuchado atacado por un policía. El encapuchado exclama: "que soy compañero, coño", una frase que, entretanto, ha llegado a convertirse en trending topic en Twitter y otras redes sociales.
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