Hablamos mucho de la pobreza en España, pero ¿sabían que en la rica Alemania 15 % de la población, es decir doce millones de personas (de las cuales dos millones y medio son niños), vive en la pobreza o rayando en ella? Esta es la conclusión a la que llega el informe correspondiente al año 2013 de la Oficina Federal de Estadística publicado hace pocos días y cuyas causas explicaba muy bien la corresponsal del diario El Mundo en Alemania, Rosalía Sánchez, en su artículo “Uno de cada seis alemanes vive al borde de la pobreza”.
La pobreza en Alemania tiene, sin embargo, otras caras que en España y los parámetros para medirla son totalmente distintos que aquí. Por ejemplo, allí se considera pobre a alguien que no puede permitirse salir de vacaciones o que el dentista le ponga una prótesis dental. Por supuesto, también al que deja de pagar el alquiler porque no puede acceder a los subsidios que concede el Estado alemán a personas en situación de precariedad.
En Alemania, el límite de la pobreza está en 940 euros al mes, una auténtica miseria en un país donde los alquileres en las grandes ciudades y los gastos de mantenimiento de una vivienda están por las nubes (debido a su climatología, para no pasar frío, es necesario encender la calefacción de 8 a 9 meses al año).
Según apunta el informe, desgraciadamente, los grupos más afectados son, una vez más, parados de larga duración, ancianos, personas enfermas o con rentas bajas y familias numerosas o monoparentales que pasan así a pertenecer a los llamados “grupos de riesgo”.
Existen estudios en Alemania que confirman que los pobres suelen fallecer mucho antes -las mujeres 8 y los hombres aproximadamente 11 años- que personas pertenecientes a otras clases sociales. Ello se debe porque muchos de ellos están mal alimentados y que, desde los recortes en sanidad y la implantación del copago sanitario, descuidan también su salud por falta de medios económicos.
Por otra parte, tenemos también las cifras publicadas por la Oficina Europea de Estadísticas Eurostat que son muy claras. En la Unión Europea un promedio de 46,5% de los parados están en riesgo de pobreza y es muy preocupante que esa cifra se dispare cuando se trata de Alemania. En la locomotora de Europa, 69,3% de los parados pueden llegar a caer en la penuria.
A mí me entra la risa floja cuando leo en otra parte de esa estadística que el límite de la pobreza en la UE está en 979 euros netos para una persona soltera y de 2056 euros netos al mes para una familia de cuatro miembros. Será seguramente para los países nórdicos. En los nuestros, los del sur, despectivamente llamados “PIGS” por los anglosajones (si se unen las siglas de Portugal, Italy, Greece, Spain por ese orden, se obtendrá la palabra “cerdo” en inglés), muchas familias se darían con un canto en los dientes si en su casa entrara mensualmente la primera cantidad que citan los “cabezas de huevo” (egg-heads) de Eurostat.
Margarita Rey
Fuentes: Planet Wissen
Die Zeit
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