Mientras otros países mediterráneos como Grecia e Italia están en la más densa oscuridad, casi al borde de la ruina, un exultante Rajoy, pero con su habitual dura cara, rompía su silencio de “estadista” para anunciar a los sufridos españoles (en las últimas elecciones la mayoría votaron PP , es decir a Rajoy, ahora que no se quejen) que “estas son las Navidades de la recuperación”, que “la crisis es historia” y habrá pasado para España a principios de 2015. Rajoy es demasiado listo para saber mentir con lo imprevisible y tiene a su adversario, el PSOE, para echarle las culpas si algo sale mal. La canciller alemana, Angela Merkel (democristiana, CDU), tras 14 años de liderazgo, acaba se ser reelegida por octava vez como presidenta en el Congreso de su partido. Quizá sea éste el motivo de tanta euforia para quien camina por el túnel del empobrecimiento de España, que por sus proporciones debería estar al lado de Francia e incluso de Alemania. Merkel apoya a Rajoy, no por su barba, sino porque España es de facto otro “Land” alemán.
Dejemos a don Mariano divisar ya la luz al final del túnel de la crisis, que es lo que espera el empresariado español, principal cliente del Partido Popular, que como su nombre indica es también “populista. Rajoy quiere en su precampaña electoral (comicios autonómicos y municipales) animar un poco el cotarro de los pobres y parados, con sus familias (unos 8 millones, si se tienen en cuenta a los que sólo tienen contratos precarios o ingresos por debajo del mínimo existencial), que seguramente volverán a morder el anzuelo, a pesar de que nunca ha habido en España tanta corrupción como con el PP. Bárcenas, ex tesorero del partido y ex mano derecha de Rajoy, está en la cárcel (preventiva), al igual que otros destacados miembros del popular Partido, casi todos próximos a Rajoy, que anunció a bombo y platillo haber elaborado un plan con una serie de medidas contra la corrupción. Ya lo sabemos: se acercan elecciones. Además a Rajoy como al PSOE les ha salido un furúnculo: “Podemos”, que hasta hace nada se situaba en la extrema izquierda y ahora parece que se está convirtiendo a la socialdemocracia (o, al menos, eso nos quiere hacer creer). Pero el PSOE estará más en condiciones de llegar a pactos puntuales que el conservador PP si la nueva formación política abandona radicalismos verbales y utópicos planteamientos. España es Europa y no Latinoamérica.
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