En los último tiempos, las televisiones españolas incluyen en la publicidad el anuncio de un aparato “inteligente”, según la más moderna tecnología electrónica, que podríamos llamar “el chivato”, pues avisa a los automovilistas, también a los prudentes (que no lo necesitan) de a qué distancia se halla un radar. El aparato incluso tiene voz (de mujer).
Se recalca que el invento es legal, pero a mí me surgen dudas. ¿Cómo puede ser legal un artificio que se chiva a los conductores, que superan con alevosía el límite legal de velocidad (120 km/h)? ¿Dónde está el ojo de la ley? ¿Para qué ha emprendido la DGT y la guardia civil de tráfico una costosa campaña para al menos reducir las muertes en las carreteras? Desgraciadamente, y aunque puede observarse una tendencia a la baja gracias a la intensificación de los controles policiales, todavía se llega casi al centenar de muertos por año.
A mí el anuncio me indigna porque es una falta de respeto a las autoridades e incentiva el placer, que sienten no pocos, de pasarse por el arco de triunfo la velocidad permitida. ¿Saldrá pronto otro aparato que se chive de dónde están los controles de alcoholemia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario