Buscando posibles regalos atractivos y que no cuesten demasiado dinero para las Fiestas que se aproximan, vista la crisis que nos agobia a todos, pensé en primer lugar en los libros. Como soy socia de la sucursal de un club de lectores alemán, cuyo nombre se pueden imaginar pero que no pienso por razones obvias desvelar, me dediqué a hacer una criba entre los innumerables productos que esta empresa ofrece a un precio bastante razonable.
Mirando, mirando, mis ojos se posaron sobre el nombre de la autora americana Donna Leon. A pesar de ser una de las escritoras más leídas y con más ejemplares vendidos de todo el mundo (sus libros se han traducido a 30 idiomas), se puede decir que en España se la conoce bastante poco, casi tan poco como en Italia y eso a pesar de vivir en la mismísima Venecia. Claro que esto último tiene una explicación: la escritora de Nueva Jersey afincada desde hace más de cuarenta años en Italia Donna Leon, ha prohibido que sus obras se traduzcan al italiano para evitar el acoso de sus muchos admiradores en la ciudad que ella eligió para vivir a principios de los años ochenta del siglo pasado.
Personalmente, soy una fan de Donna Leon y su comisario Brunetti desde que leí en Alemania su primer libro “Venezianisches Finale” (en España: “Muerte en La Fenice”) publicado allí en 1993. Puede ser que, aunque muy lejanamente, por aquel entonces me recordase a las tan sui generis novelas policiacas del desaparecido Manuel Vázquez Montalbán. Aunque claro, su detective Pepe Carvahlo y su ayudante “Biscuter” no tienen nada que ver con el simpático y algo melancólico comisario veneciano Guido Brunetti, felizmente casado con una condesa –muy buena cocinera, por cierto– y padre de dos hijos.
El pobre comisario Brunetti no lo tiene nada fácil con sus compañeros de trabajo, una fauna muy especial, por cierto, que va desde su inepto vicepresidente en la Jefatura General de Policía, que le lleva por la calle de la amargura con sus gilipolleces servilonas hacia los poderosos. Pero ahí están para apoyarle sus dos fieles adláteres, el sargento Vianello y la encantadora Elettra, la secretaria del inútil y vanidoso jefe Giuseppe Patta, que es una auténtica crack de la informática).
El éxito obtenido por las peculiares novelas policiacas (de una intriga inteligente e ideales para leer en vacaciones) de Donna Leon en todos los países de habla alemana hizo que algún avispado redactor se fijase en la posibilidad de versionarlas para la pequeña pantalla. Dicho y hecho. Casi todas ellas se adaptaron para la televisión y tuvieron una acogida tan excelente por parte del público que el comisario Brunetti no tardó en convertirse en figura de culto para la audiencia, entre la que también figuraba yo como asidua seguidora de la serie, que se emitía en episodios semanales.
Escarbando en las hemerotecas, me topé con una sorpresa que también podría ser un presente ideal, esta vez no sólo para los ojos sino también para regalar los oídos.
Con motivo de su 70 cumpleaños, Donna Leon y la superdiva de la ópera, la mezzosoprano Cecilia Bartoli (¡qué magnífica voz y qué presencia tiene la atractivísima doña Cecilia en los escenarios!) presentaron por toda Europa un ”boccato di cardinale” para los amantes de la música y de las novelas de suspense e intriga. Las dos señoras tienen algo en común: Leon vende millones de libros y Bartoldi millones de CD’s en todo el mundo. Además, ambas adoran a Händel y a la música barroca en general, lo que las llevó al (re)descubrimiento de Steffani.
Con anterioridad, Donna y Cecilia se habían puesto de acuerdo para escribir la partitura y el libreto sobre la apasionante y desconocida vida del compositor y obispo del Vaticano Agostino Steffani, fallecido hace casi 300 años. Se trata del CD "Mission" en el que se presentan 25 piezas prácticamente desconocidas de Steffani, así como la novela de misterio "Las joyas del paraíso" en la que una musicóloga debe investigar en el contenido de unos baúles de Steffani, que se disputan sus supuestos herederos.
Las dos damas creen que Steffani era un genio, un pre-Händel o un pre-Bach, quien injustamente no llegó a encontrar el lugar que le pertenecía en el mundo de la música clásica. Además, según Donna Leon, Steffani era “un espía honesto del Vaticano, porque pasó una buena parte de su vida en la Alemania protestante siendo católico". Por eso, no ha sido nunca su intención escribir una biografía novelada ni una obra de capa y espada, sino intentar desentrañar para el lector una vida misteriosa y muy compleja desde el punto de vista (¿subjetivo?) de una musicóloga.
Si quieren saber más cliquen:
http://www.rtve.es/noticias/20120928/cecilia-bartoli-donna-leon-rescatan-del-olvido-agostino-steffani-musico-obispo-espia-vaticano/565389
Margarita Rey
Os dejo un enlace a una entrada de nuestro de blog en el que tratamos otro aspecto interesante, que apuntáis en vuestra entrada: la gastronomía del Veneto.
ResponderEliminarhttp://tercerpecado.blogspot.com.es/2013/06/gastronomia-y-novela-policiaca-brunetti.html