lunes, 26 de noviembre de 2012

Pincelada: Un galán para echarse a llorar


Veo de vez en cuando la tertulia “El gato al agua” en Intereconomía que el pasado viernes contaba con la presencia de Arturo Fernández, el conocido actor asturiano que va siempre como un pincel y que ha popularizado la palabra “chatín”, ese apelativo cariñoso que tanto se utiliza en su tierra natal.

En un principio, no fue su intención participar en el programa como tertuliano, sino más bien promocionar “Los hombres no mienten”, una divertida la comedia de Erci Assous (que en 2010 obtuvo en Paris el Premio Molière 2010 a la mejor obra teatral) que don Arturo a sus 83 años actualmente dirige y protagoniza en el Teatro Apolo de Barcelona.

Pero como Arturo Fernández no puede estar calladito ni debajo del agua, hete aquí que también tuvo que ponerse a opinar de política y armó la de San Quintín.

Yo ya sabía que el eterno galán del cine y la televisión española era bastante conservador. Lo que no me podía ni imaginar es que bajo su apariencia de dandy se escondía un alma tan reaccionaria y casposa.

Las opiniones que expresó en el curso del programa fueron de un retrógrado que tuve que pellizcarme un par de veces para comprobar que no estaba soñando.

No sé si el buen hombre habría bebido una copa de más durante la cena, pero lo cierto es que, alentado por sus contertulios que se mondaban de la risa, se puso a descalificar la huelga del 14-N y las marchas contra los recortes y a soltar barbaridades por la boca como: “Cuando se sale a la calle, coño, hay que salir con gente guapa". Y continuó: "no he visto gente más fea que en las manifestaciones". (…) "poner a gente guapa, la gente guapa siempre funciona, y no la gente fea, que esta gente no se sabe dónde fueron a por ellos". (…) "a esos no se les ve normalmente. Los deben tener en campos de concentración". Además, "a los países que viven del turismo, si un día les da por poner grandes fotografías de cuando salen a la calle aquí y ponen ‘Con lo que te vas a encontrar', aquí no viene ni el tato"(...) "Y me fastidia, porque yo quiero lo mejor para mi país", afirmó.

La polémica sobre sus manifestaciones recogidas en Twitter fue de padre y muy señor mío. El comentario más benévolo fue llamarle “rancio”. Cuan numerosas serían las furiosas reacciones en la red que se convirtieron en un santiamén en 'trending topic'. Ello hizo que Jordi González no se perdiese la ocasión de entrevistarle por videoconferencia para el “Gran Debate” de Tele 5, después de la función teatral que Fernández representa en Barcelona.

Y aquí Arturo Fernández volvió a soltar un par de perlas como:

"(…) La huelga ha sido una auténtica vergüenza. Yo lo he visto por televisión y no daba crédito al vandalismo, que es algo que no podemos tolerar. No son feos exteriormente, sino interiormente también"…

(…) "quien ha patrocinado la huelga son los sindicatos, que están indignados porque Rajoy les ha quitado el 40% de sus subvenciones. Esa es la única razón por la que han hecho una huelga. Ha sido una guerra, y no otra cosa".

(…) "nos hemos convertido en un país de cobardes. Hay que confiar en el Gobierno que todos hemos elegido y dejarlo actuar. La izquierda tiene miedo porque sabe que hay un buen Gobierno. Y a la izquierda le digo que está vieja".

"(…) en España debería haber sólo dos partidos, ya que en cada barrio te salen tres partidos y te gastan muchísimo dinero”.

Bueno, al menos el bueno del Sr. Fernández, tuvo a bien manifestar que "si alguien se ha enfadado por lo que dije, pido perdón. Fue un tono de broma y pido disculpas a quienes se han ofendido, pero me refería sólo a esa primera fila" (se refería obviamente a los manifestantes).

Para que se hagan una idea completa de las opiniones caducas del viejo actor (me entraron ganas de espetarle eso de “¿por qué no te callas?” mientras las escuchaba), les propongo que echen una ojeada al vídeo de Intereconomía que no tiene desperdicio:


Margarita Rey

Fuentes: Intereconomía – Tele 5 – El Semanal Digital

1 comentario:

  1. Me ha defraudado enormemente Arturo Fernández. No sabía que era tan asquerosamente retrógado, carca y...(faltan adjetivos para tamañas memeces). Me caía bien. Ahora me cae redondo.

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