Eran legión quienes esperaban un paso en falso de Podemos, un motivo para sacar la artillería pesada contra la nueva formación. Y al final lo ha dado Íñigo Errejón (Madrid, 1983), imberbe secretario de Política del partido, reclutado por Pablo Iglesias cuando dirigía en Venezuela una investigación sobre Identidades Políticas de la Fundación GIS XXI. Pero ha sido otro trabajo de investigación, esta vez en España, el que le ha puesto en la picota. La 'culpa' la tienen los 1.825 euros mensuales que percibe desde marzo gracias a un proyecto sobre vivienda encargado por la Universidad de Málaga.
La familia Errejón
Acomodada. José
Antonio Errejón, su mujer María Ángeles Galván y sus dos hijos, Íñigo y
Guillermo, tienen fijada la residencia desde hace tiempo en uno de los barrios
más tranquilos de Pozuelo de Alarcón (Madrid), el pueblo con la renta per
cápita más alta de España. La de la familia Errejón no debe de andar muy lejos
de la media de la localidad. El cabeza de familia fue nombrado en 1981
subdirector general de Medio Ambiente con la UCD y, desde entonces, ha pasado
por varios altos cargos con los gobiernos de González, Aznar, Zapatero y Rajoy.
Marx en casa. José Antonio
Errejón, militante del Partido del Trabajo de España durante la Transición
(partido de corte marxista-leninista), siempre ha inculcado en casa el amor por
las ideas de Karl Marx y la lucha contra el capitalismo.
En teoría, el
contrato obligaba a Errejón a trabajar allí 40 horas semanales, aunque el
director del proyecto, el profesor Alberto Montero, le dio permiso para hacerlo
desde Madrid. El problema, para los que han sacado el látigo contra Errejón, es
que Montero es miembro de la dirección de Podemos y además su amigo. También
llama la atención que fue el único que optó a un puesto muy goloso para el que
se pedía «un doctor en Ciencias Políticas, con experiencia en la administración
pública y en temas de vivienda». Aunque la rectora de la Universidad, Adelaida
de la Calle, avaló en un primer momento la iniciativa, a finales de la semana
pasada la institución abrió un expediente para aclarar si se cumplió el
contrato. El número dos de Podemos ha defendido estos días que todo estaba en
regla, aunque ya ha anunciado que su labor en el partido no le va a permitir
seguir con el proyecto y que lo deja el mes que viene. También lo dice la ley:
no podía cobrar como investigador y a la vez del partido, que desde abril le ha
pagado alrededor de 7.000 euros.
No parece, sin
embargo, que este enemigo de la casta política se achante fácilmente ante la
tormenta. «Ladran, luego cabalgamos», suele despachar, parafraseando al
Quijote. Íñigo siempre fue un rebelde, un niño ‘malo’. Vinculado a movimientos
de izquierdas desde chaval, en 2006 fundó la asociación estudiantil
Contrapoder, de profundo sentimiento anticapitalista. Incluso participó de
forma activa, junto a Pablo Iglesias, en el famoso boicot a la conferencia de
Rosa Díez en la Complutense, donde estudió Políticas. Siempre con el puño en
alto. Y casi siempre con su hermano pequeño, Guille, al lado. El benjamín de
los Errejón ha seguido los pasos de Íñigo a pies juntillas. También participó
en la fundación de Contrapoder, también estudió Ciencias Políticas en la
'Complu' y, por supuesto, también es un ferviente troskista, enemigo declarado
de los estalinistas. Lo que ha mamado en casa. Su Facebook está lleno de fotos
con referencias a la lucha obrera y consignas marxistas, además de imágenes de
Hugo Chávez o Evo Morales. También de fiesta con los amigos, que no todo va a
ser compromiso político-social. «Guille me cambió la vida: no he jugado nunca
tanto con nadie. Me duele si le duele, y me alegra si le alegra. Debe saber que
admiro su inteligencia, su sensibilidad, su valentía», piropea Íñigo Errejón a
su hermano en el prólogo de su tesis doctoral.
De UCD a Los Verdes
Los Errejón viven
desde hace años en Pozuelo de Alarcón (el pueblo más rico de España), pero
apartados del lujo que se respira en zonas como La Finca. Sin embargo, a la
familia nunca le ha faltado de nada gracias al cómodo empleo del cabeza de
familia, José Antonio Errejón, que ocupa cargos relevantes en la administración
desde hace casi 35 años. En 1981 fue nombrado subdirector general de Medio Ambiente
por el gobierno de la UCD, y ha pasado por diferentes sillones hasta llegar su
actual puesto: director de Políticas Ambientales en la agencia estatal de
Evaluación y Calidad (Aeval). José Antonio Errejón, miembro del Cuerpo Superior
de Administradores Civiles, fue también uno de los firmantes del 'Manifiesto de
Tenerife', el texto fundacional de Los Verdes. Un partido del que se alejó para
estar más tiempo con la familia, según recoge un artículo de la época: «Estoy
cansado, tengo poco tiempo para estar con mi hijo». Íñigo se lo agradece, en
cierta medida, dedicándole su tesis: «A mi padre, que me ha enseñado a pensar y
a combatir». Además, el hijo ‘permite’ al padre escribir periódicamente en
‘Viento Sur’, una publicación vinculada a la izquierda en la que Íñigo Errejón
participa como miembro del consejo asesor y, cuando se anima, también como
articulista. Como papá, que ahora también es militante de Izquierda
Anticapitalista.
¿Y la matriarca?
María Ángeles Galván es muy activa en Twitter y Facebook, donde no se cansa de
apoyar a su hijo y al partido de su hijo: «Para la casta que nos desea
incultos, nada peor que los nuestros enseñando e investigando en las
Universidades Públicas #SuOdioNuestraSonrisa», escribió el viernes. Para Íñigo
Errejón, que no ha contestado a las llamadas de este periódico, ella es «sostén
y anclaje sólido en la tierra, cuidado, armadura, caricia, consejo, un
descomunal criterio literario y, sobre todo, la defensa terca de la alegría,
como algo inevitable». Un gran consejo para los tiempos que corren.
Fuente: Diario SUR (diariosur.es)
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