El diario alemán Handelsblatt admira el aguante de los españoles y pide a los alemanes que se pongan en su piel. El diario se pregunta a sí mismo y a sus lectores, ¿qué pasaría si en Alemania hubiese un 26% de parados y encima tuviésemos que recortar nuestros presupuestos un 5% por imperativo de los demás socios de la UE? Por si esto fuera poco, ¿qué pasaría si nos subieran los impuestos, introdujeran tasas universitarias y al propio tiempo rebajaran los salarios/sueldos?
El “Handelsblatt” difiere de la postura de la mayoría de los periódicos alemanes que opinan que Alemania no está obligada a sufragar a toda la Eurozona.
No sólo el “Handelsblatt”, la experiencia histórica aún reciente nos dice que en Alemania, “los ciudadanos se irían a los extremos”. Así ocurrió con la gran penuria en Alemania después de la guerra del 14-18 (la “Gran guerra”), el enorme paro y la débil República de Weimar, que fue aplastada en las urnas por el fascismo (Hitler, los nazis). Las ulteriores consecuencias para toda Europa son de todos conocidas.
La pobreza, la miseria, la falta de futuro y un débil proletariado fueron factores decisivos para que el austriaco Hitler desencadenara la Tercera Guerra Mundial, el hecho más terrible en la Historia europea del siglo XX. El paro y la pobreza son el caldo de cultivo de la extrema derecha (fascistas), que prometen al pueblo la salvación y se presentan como “el partido de los trabajadores”, para después aplastarlo y privarlo de todas las libertades, esclavizándolo con su ideario totalitario. Cuando la extrema derecha está en minoría, se aprovecha de la democracia para irla socavando. Hay una frase de un fascista español, José Antonio, que descubre las verdaderas intenciones de los radicales de derechas: “El mejor destino de las urnas es romperlas”.
Volviendo al Handelsblatt: “los españoles son personas solidarias y generosas. Y lo peor que podría sucederles es que las aves rapaces de la Unión Europea les obligasen a imponer recortes aún más brutales”.
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