martes, 29 de enero de 2013

Televisión: Pesadilla en la cocina



La semana pasada se emitió el último capítulo de la temporada de “Pesadilla en la cocina”, un formato exitoso que nació en Inglaterra en el año 2004 bajo el nombre Hell's Kitchen (La cocina del infierno) y cuyo presentador, el escocés crecido en la pintoresca ciudad de Stratdford upon Avon, Gordon Ramsay, acumula 14 estrellas Michelin concedidas a sus diversos establecimientos hosteleros. Debido a la excelente acogida del programa, la cadena americana FOX compró los derechos y en 2007 Gordon Ramsay cruzó el charco para presentar la versión estadounidense llamada Kitchen Nightmares (Pesadilla en la cocina) que hemos podido ver desde 2010 en España los fines de semana en la Cadena NOVA con una audiencia muy respetable. Esto movió a La Sexta a preparar un programa calcadito al original Kitchen Nightmares, pero en ambiente español.

La versión cañí de “Pesadilla en la cocina” se estrenó el pasado 25 de octubre y ha venido emitiéndose todos los jueves a las 22.25 de la noche. El conocido chef madrileño Alberto Chicote (restaurador del año 2006), dueño del Restaurante Pandelujo (establecimiento del año 2010) fue el cocinero elegido por la productora para intentar reflotar restaurantes tronados, buscando el porqué de su fracaso.

Se trata de un “reality” muy distinto a los que conocemos, donde los personajes que aparecen como propietarios y trabajadores de los diversos locales venidos a menos son seres que están con el agua al cuello y que en un último intento de lucha contra una situación límite (a la que han llegado por su mala gestión o por su falta de cabeza), piden ayuda a Chicote.Y Chicote, vestido de unas pintorescas chaquetas de Ágatha Ruíz de la Prada bajo las que esconde sus michelines, hace lo que puede por sacarles del pozo.

Claro que Alberto Chicote primero se tiene que enfrentar a obstáculos de todo tipo: cocinas faltas de higiene, en las que -además de comida en mal estado- incluso hay cucarachas y ratones (¿dónde están los controles sanitarios en nuestro país?).

Pero bajo el aspecto bonachón de Alberto Chicote se esconde un profesional como la copa de un pino, con una voluntad férrea y con muy mala uva cuando se trata de poner en su sitio a los pseudo profesionales de la cocina con los que le toca lidiar. Sus palabras van desde el intento de amabilidad al insulto ¡Y menuda boquita tiene! : “No es cuestión de pasta, sino de ser un cerdo"; “Es una cocina porque tiene fuegos, sino sería una pocilga”; “Esto es el puto paraíso del bicho. Parece un zoo”; “No creo que un solo tío sirva 40 mesas ¡O es mister pulpo o lo tiene complicado”; “¿Tienes las manos grasientas? Joder, como el resto de la cocina por lo que veo”; “¿A quién te quieres llevar tú por delante? ¿Quieres matar a uno del pueblo?” son algunas de las frases que le han convertido en un auténtico "trending topic", con una audiencia rozando los 3 millones de telespectadores.

Chicote ha tratado de prestar ayuda a siete restaurantes, de los cuales dos han tenido que cerrar, mientras que los que han seguido sus consejos parece que han visto incrementadas sus ventas, gracias también a la publicidad que supone aparecer en un programa televisivo de gran audiencia.

A mí desde luego “Pesadilla en la cocina” me ha enganchado y me he convertido en fan incondicional de Chicote, que puede ser tan borde como el agente del NCIS Leroy Jethro Gibbs (Navy Investigación Criminal) o el propio Dr. House, y tan tierno como un osito de peluche vestido de colorines.

Espero con ansiedad la próxima temporada para poder seguir metiendo la nariz en la cocina de algunos restaurantes (que por fuera parecen respetables y por dentro son un auténtico desastre), al tiempo que me divierto de lo lindo con los irrepetibles comentarios del chef Chicote cuando pierde la paciencia y está al borde de un ataque de nervios.
Margarita Rey

Ver también:
http://www.lasexta.com/programas/pesadilla-en-la-cocina/

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