lunes, 28 de enero de 2013

Opinión: Amy Martin y la Fundación Ideas



Al PSOE le crecen los enanos. No sólo no consiguen subir en la intención de voto, a pesar de la total ineficiencia del PP de sacar a España de la crisis como habían prometido a bombo y platillo antes de las elecciones del 20-N 2011 (y ya ven como estamos ahora), sino que ahora tienen también su mini caso de corrupción. Se trata de una de esas fundaciones tan necesarias como un bocio, montadas para apoltronar con un buen sueldo a políticos sin gancho, que se han ganado los galones a base de doblar el espinazo y a decir sí a todo lo que deciden los que cortan el bacalao dentro del partido.

Desde el pasado viernes es el caso Mulas-Amy Martin el que ha hecho correr ríos de tinta. Carlos Mulas era hasta ese momento nada más y nada menos que el director de la Fundación Ideas que preside Jesús Caldera, Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales entre 2004-2008 durante la primera legislatura de ZP. Y Mulas, a su vez, antes de pasar a ser director de la Fundación, fue subdirector de la oficina económica de Rodríguez Zapatero.

Como se ha publicado en toda la prensa, el Sr. Mulas pagó en total 50.000 euros por diversos artículos (3.000 euros por columna) a una tal Amy Martin, un cachet inaudito en la prensa escrita que ni tan siquiera García Márquez ha llegado jamás a cobrar. Pero lo más escandaloso es que tras ese pseudónimo se esconde la propia esposa del director de Ideas: la Doctora en Literatura Comparada por la Universidad de Columbia, escritora, traductora, ensayista, cantante y cineasta Irene Zoe Alameda, quien llegó a dirigir entre septiembre de 2009 y agosto de 2010 el Instituto Cervantes de Estocolmo y fue apartada de su cargo por incompetente. Para más Inri, quien pasaba las facturas de Amy a la Fundación Ideas era o bien la misma Amy o bien la empresa Storylines Projects, propiedad de Carlos Mulas y de Irene.

Como continuación del culebrón, ABC publicó un extenso artículo bajo el título “Amy Martin, una chica con ideas (y con mucha suerte)”, en el que –entre otras cosas– comentaba:
“El Instituto Cervantes la nombró directora en Suecia y dicen que no la conocían. El Gobierno del PSOE subvencionó sus cortos con 122.000 euros. La Fundación de su marido le pagaba 3.000 euros por artículo sin saberlo. Todo un prodigio de mujer”….

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Entretanto, según Tele5: “El PSOE ha decidido abrir un expediente de expulsión a Carlos Mulas, exdirector de la Fundación Ideas, al que el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha llamado "golfo", tras el escándalo protagonizado en esa institución por el pago de colaboraciones a una sociedad familiar a cuenta de los artículos escritos por Amy Martin, personaje inventado por su mujer Irene Zoe Alameda.

La apertura del expediente se justifica en la gravedad de los hechos cometidos por Carlos Mulas, así como la pérdida total de confianza. Al frente de la instrucción del expediente estará el secretario de Organización, Oscar López, informaron fuentes socialistas”.

Claro que la indignación de una cierta prensa conservadora es de una hipocresía que asusta. Personalmente, yo opino que sólo sirve de pantalla para desviar la atención de un caso mucho más importante como el de los 22 millones del Sr. Bárcenas utilizados (sólo en parte) para la supuesta financiación ilícita del PP. Lo cual no quiere decir que yo exculpe, ni mucho menos, el bochornoso proceder del Sr. Mulas y su media naranja.

Sin embargo, una cosa no me ha quedado muy clara: ¿Quién controla a esas fundaciones opacas que reciben subvenciones a tutiplén, que por ende salen de los bolsillos de todos los contribuyentes españoles? Mucho ahorrar en Cultura, Sanidad y Pensiones; mucha subida de impuestos pero nadie hasta ahora se ha atrevido a tocar esa partida presupuestaria con la que Papá Estado premia el trabajo de esas sociedades, supuestamente sin ánimo de lucro, que son las Fundaciones.
Margarita Rey



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