lunes, 2 de febrero de 2015

Pincelada: Descanse en paz José Manuel Lara




La Cultura de nuestro país está de luto por la muerte ayer, con tan sólo 68 años, del presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, víctima de un cáncer de páncreas contra el que venía luchando desde 2012.
 
A la capilla ardiente instalada en el tanatorio de Sant Gervasi, un barrio en la zona noble de Barcelona,  acudieron numerosas personalidades del mundo empresarial, cultural y político para rendirle homenaje y darle el último adiós. Todos ellos destacaron su gran valía como empresario y como persona: “amigo de sus amigos” (Jorge Fernández Díaz); “una persona que se hacía querer” (Luís del Olmo); “persona de gran sensibilidad (Miquel Iceta); "persona de principios" (Josep Lluís Bonet, Presidente del Grupo Freixenet), “una gran persona” (Isidre Fainé, Presidente de Caixabank), por tan sólo citar a unos pocos.
 
Cuando José Manuel Lara fue nombrado en 1996 Consejero Delegado del Grupo editorial Planeta,  que su padre (el sevillano José Manuel Lara Hernández, antiguo capitán de la Legión en Barcelona) había fundado en 1949 como Editorial Planeta,  nada parecía indicar que iba a convertir a la empresa familiar en un boyante grupo multimedia con tentáculos en Portugal y América.
 
Como socio mayoritario y Presidente de Atresmedia (grupo ideológicamente variopinto al que pertenecen, entre otros medios de comunicación Antena 3 TV, La Sexta, Onda Cero y el diario La Razón),  este gran e innovador empresario fue capaz de convertirse mucho antes de hacerse cargo del grupo, en una figura que él mismo dio en llamar “editor activo”, apostando a pesar de su conservadurismo por escritores notoriamente de izquierdas como Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán y Jorge Semprún, algo muy arriesgado todavía a mediados-finales de los años 70.
 
Desde que la muerte de su hermano y delfín de su padre, Fernando, en agosto de 1995, le obligara a tomar las riendas de todo el grupo Planeta, este licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona supo luchar e imponerse para poder aplicar una a una las novedosas técnicas empresariales aprendidas años ha en la Universidad, la escuela de negocios ESADE y la Librería Larousse de Paris. Los más inmovilistas dentro de la casa (entre los que se contaba su padre) no lo tenían muy claro, pero el éxito le dio la razón y las críticas terminaron por enmudecer ante la magia de las crecientes cifras de ventas.
 
Aunque de pensamiento cercano al PP (su padre apoyó económicamente en su día a la Alianza Popular de Fraga Iribarne), se le consideraba bastante liberal y nunca apoyó abiertamente a ningún partido. Lo que sí se sabe es que se había declarado en alguna ocasión juancarlista (no olvidemos que el rey don Juan Carlos otorgó a su padre en 1994 el título de I. Marqués de El Pedroso de Lara).
 
Catalán por una parte y muy español por la otra, José Manuel Lara, que había tenido la suerte de poder disfrutar en Cataluña de una vida privilegiada,  tenía “el corazón partío” como tantos hijos de la segunda generación de inmigrantes. Lo que sí tenía bien claro era que estaba en contra de las ansias independentistas de Artur Mas. “Soy catalán, pero también soy español, dijo en más de una ocasión, llegando a amenazar con llevarse a Planeta fuera de Cataluña si los separatistas llegasen a conseguir su fin. “No hay ningún negocio editorial que tenga su sede en un país extranjero que hable otro idioma. Es absurdo. La sede se tendría que ir a Zaragoza, Madrid o Cuenca” declaró a la prensa en 2012”.
 
Este “ecléctico de la política”, según un artículo aparecido ayer en El País, que apostó por el superconservador y defensor a ultranza de la política del PP,  el catalán Francisco Marhuenda, como director del periódico La Razón, no quiso cambiar la línea editorial de marcada tendencia izquierdista de La Sexta cuando esta cadena pasó a formar parte del grupo y se fusionó con Antena 3. De hecho, ha sido  La Sexta la mayor promotora de Podemos, donde nos hemos encontrado a su líder Pablo Iglesias como participante en tertulias (“Al Rojo Vivo”, La Sexta Noche”) hasta en la sopa. Claro que para contraatacar y contrarrestar sus argumentos tenía sentado en la bancada de enfrente a otro incombustible tertuliano, el paladín del PP Paco Marhuenda, ese que cuando habla sube el pan, cuyas controvertidas opiniones sólo convencen a los seguidores de su bien amado partido.
 
No sé muy bien si José Manuel Lara durante estos dos últimos años de letal enfermedad ha podido llegar a valorar el gran favor que hizo en su día La Sexta a Podemos al convertirse en el foro de debate que aupó a un desconocido Pablo Iglesias al altar mediático que le consagró ante el gran público. Gracias a sus intervenciones como tertuliano, Iglesias se convirtió de la noche a la mañana en el Mesías de los descontentos con la clase política de nuestro país. Así, ante la sorpresa de casi todos (y probablemente la suya propia), esta formación que todavía no se había constituido en partido, consiguió alzarse con 5 escaños en las últimas Elecciones Europeas.
 
La pregunta es: ¿lo hizo Lara con fines espurios, al constatar que las audiencias se disparaban cada vez que había bronca entre el de la coleta y el inefable Marhuenda? ¿O fue, como opinan algunos que le conocían bien, porque su lema había sido siempre no inmiscuirse y mantener las líneas editoriales de los medios adquiridos por Planeta, por mucho que él, personalmente, discrepase de la línea política de su dirección? Ahora ya es demasiado tarde para hacerle esa pregunta.
 
En este momento la difícil sucesión de José Manuel Lara está sobre la mesa. Su matrimonio con Consuelo García Píriz le regaló cuatro hijos: Marta, José Manuel, Ángela y Pablo, todos ellos vinculados a diferentes empresas del grupo y del mundo de la comunicación. Pero, por lo que hasta ahora se sabe, sólo se barajan los nombres de dos candidatos para la jefatura del grupo: el de Pablo Lara, hijo del fallecido editor, y el del abogado José Creuheras, número dos de la compañía, que representa los intereses de la familia de Fernando Lara Bosch, el fallecido hermano de José Manuel y otrora Presidente del holding. Con el cuerpo de José Manuel Lara todavía insepulto, ha trascendido a la prensa que la situación entre uno y otro bando es bastante incómoda, incluso no exenta de tirantez.
 
El fallecimiento de José Manuel Lara ha llegado en mal momento. Los aires que corren actualmente en el sector audiovisual son bastante inciertos, habida cuenta que el Tribunal Supremo tiene todavía que pronunciarse sobre el futuro de 8 canales de TDT (entre los que se encuentran Neox y Nova, pertenecientes a Atresmedia), todos ellos en riesgo de desaparición tras el cierre de 9 de ellos el pasado año. Esto podría suponer que un total de 17 canales habría ido a negro desde que se implantó en nuestro país el -al principio tan alabado- sistema de televisión digital terrestre, más conocido como TDT. El fin que se persigue es bien claro: ir suprimiendo canales para abrir las puertas a la televisión de pago.

El patriarca, hábil y experimentado negociador, hubiese podido probablemente sortear esta difícil situación. Pero, ¿serán capaces sus sucesores de salvar este escollo? Como diría el castizo “que con su pan se lo coman”.
 
Nosotros, por nuestra parte, sólo podemos dar desde aquí nuestro pésame por tan gran pérdida a toda la familia, extensivo a todo el mundo de la Cultura de nuestro país, que desde ayer lamenta sinceramente su prematura muerte.
 
Margarita Rey



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