En el ranking de la corrupción en Europa, España tiene el dudoso honor de figurar a la cabeza. Cómo será ya el grado de corrupción que, según un sondeo del CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas (septiembre) los españoles se preocupan ya tanto por la corrupción como por el paro. Con 75,3% el paro se sitúa a igual nivel de enero de 2009. En la corrupción y el fraude, el descontento sube 1,2 puntos desde julio, alcanzando 42,7%.
No extraña que aumente el descontento social a causa de la corrupción a causa de los casos cada vez más sonados de presuntos corruptos, que lidera ahora el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol con más de mil millones de euros a buen recaudo en bancos de Suiza, Andorra y otros paraísos fiscales. Para el español que no llega a fin de mes, el parado y el trabajador que percibe unos 400 euros, más que cabreante es sumamente indignante que otros influyentes personajes se hagan multimillonarios. La Justicia tendrá que hacer su labor rotundamente.
Según el barómetro del CIS ha mejorado la confianza de los españoles en la Economía. Incluso el FMI ha corroborado el crecimiento de la Economía española. El 78,8 % la considera mala o muy mala, 1,2 puntos menos que en el anterior barómetro, aunque sólo el 1,6% la ve como buena o muy buena.
Aunque el crecimiento sea modesto, es digno de tener en cuenta. Se explica que el presidente Rajoy y el Ministro de Hacienda, Montoro, se muestren satisfechos al comunicar la noticia, para dar algo de esperanza a los “parias de la crisis”. Pero no deben exagerar su optimismo, que en vista de la situación sería engañar a los españoles, cayendo en el populismo. Ellos lo saben y por eso, tanto Rajoy como Montoro, han matizado que aún queda para España un difícil trecho de camino.
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