Un año después del accidente de tren en Santiago de Compostela, que se saldó con 79 muertos y 131 heridos, la investigación judicial está en un punto muerto. Al frente de la misma está ahora un nuevo juez, Andrés Lago Louro, sobre quien recae una herencia difícil. El anterior juez, Luis Aláez, imputó a 11 ex altos directivos de ADIF (empresa administradora de las infraestructuras ferroviarias, dependiente del Ministerio de Fomento, encargada de supervisar los sistemas de seguridad en la línea), como hipotéticos partícipes en delitos de homicidio y lesiones. Según el juez, el despiste del conductor no fue el único causante del siniestro.
Sobre este triste tema, el diario EL MUNDO escribe:
"El ALVIA de Santiago, sin parada en el parlamento gallego
La investigación sobre el accidente ferroviario del Alvia en Santiago de Compostela está en manos de la Justicia. El Gobierno y la oposición mayoritaria creen que es el conducto adecuado para dilucidar todas las responsabilidades y para averiguar las causas de la tragedia. Como suele ocurrir en los grandes temas, gobierno y oposición no han hecho del accidente una batalla política y han evitado hacerse reproches sobre el estado de la línea de alta velocidad Ourense-Santiago, en la que los ejecutivos de Aznar y Zapatero, como publicó EL MUNDO, tuvieron responsabilidades en su planeamiento y ejecución.
En los días posteriores al accidente, también fue todo armónico. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, compareció en la cámara autonómica para dar cuenta del funcionamiento de los servicios de emergencia. El funcionamiento de los equipos fue "satisfactorio" y "la respuesta inmediata". El PSdeG-PSOE dio por buena la explicación, por lo que el intento de cuestionar por parte del grupo parlamentario la actuación de la Xunta de Galicia fue abortado de manera inmediata por la dirección del partido. En todo caso, ninguna formación política puso en duda abiertamente la respuesta y el funcionamiento de las emergencias, que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, resumió en la frase "Galicia a disposición de Galicia".
Tres veces "no" a la comisión de investigación
La aparente sintonía en lo que se refiere a la gestión de las emergencias no se trasladó a la investigación de las causas del accidente. Tanto los nacionalistas del BNG como la coalición de Izquierda Unida con Anova (AGE) han realizado tres intentos sucesivos de crear una comisión de investigación para aclarar lo sucedido en Angrois.
El Gobierno gallego ha repetido hasta la saciedad que el Parlamento gallego no tiene competencias y que ya se había creado una subcomisión en el Congreso de los Diputados para el estudio de los accidentes ferroviarios. En la misma línea, el PSdeG-PSOE, a través de su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, asegura siempre que tiene ocasión que "ya está funcionando una subcomisión en el Congreso y hay que dejar actuar a la justicia".
Los argumentos de los partidos mayoritarios se repiten a modo de letanía. Precisamente, el pasado 14 de julio volvió a producirse el último intento de llevar al Parlamento la investigación sobre el accidente del Alvia. La posición de los grupos mayoritarios permaneció invariable. La negativa del PP y la abstención socialista tuvo como prólogo duras acusaciones entre los grupos. La portavoz adjunta del BNG, Ana Pontón, calificó de "cruel" que se "siga impidiendo conocer la verdad". La nacionalista entiende que es una "hipocresía" que se les den las Medallas de Galicia pero no se permita investigar.
Desde el PP, el diputado Alejandro Gómez Alonso recordó que Galicia no tiene competencias ferroviarias y pidió que dejasen "de manipular a las víctimas y de politizar" el accidente. Finalmente, los socialistas mantuvieron su particular postura, concretada por el portavoz de Infraestructuras, Raúl Fernández, instando a "evaluar de forma permanente la seguridad" pero sin apoyar la creación de una comisión de investigación. No obstante, advirtieron de que no renuncian "a nada" en función de los acontecimientos.
Subcomisión en el Congreso
La posición que los grupos mantienen en Galicia se traslada al hemiciclo del Congreso. En este caso, el BNG y la Izquierda Plural volvieron a ser quienes plantearon el 27 de febrero de 2014 una iniciativa para crear una comisión de investigación, lo que fue rechazado por el PP, el PSOE y los nacionalistas catalanes y vascos.
Sin embargo, y aunque la negativa a crear una comisión de investigación específica es constante, el 13 de octubre se aprobó crear una subcomisión de accidentes ferroviarios para estudiar y analizar el sistema ferroviario español. Lejos de abordar un estudio específico de lo ocurrido en Angrois, la subcomisión no se encarga de determinar las causas del accidente ferroviario de julio, sino de analizar la situación del sistema ferroviario español y de proponer mejoras en la seguridad.
La actitud de los partidos mayoritarios es cuestionada de manera permanente por algunas de las víctimas. En fechas previas a las pasadas elecciones europeas, algunas asociaciones solicitaron que José Blanco no encabezase la lista socialista al negarse a crear, como publicó EL MUNDO, una comisión de investigación. El eurodiputado trató de defenderse alegando que el PP tiene mayoría y puede crear las comisiones de investigación que quiera en Madrid y Galicia. Aunque el argumento del ex ministro es válido, no es menos cierto que los diferentes dirigentes de su partido se niegan a impulsar la investigación tanto en Galicia como en Madrid.
Tras la inacción de las cámaras legislativas en el asunto del accidente del Alvia, tanto el Gobierno como la oposición tienen puestos los ojos en la actuación de la justicia. La ministra de Fomento, Ana Pastor, aprovecha cada visita a Galicia para reiterar que "el ministerio está a la plena disposición de su señoría". Y, en efecto, a petición del juez, Luis Aláez, comparecieron los responsables de Adif en la administración socialista y popular. La mayoría de los comparecientes se negaron a declarar y la fiscalía de A Coruña se posicionó en contra de su imputación.
Tras el descanso veraniego, el juez sustituto de Aláez, Andrés Lago Louro, se encargará de seguir instruyendo la causa que trata de dilucidar quiénes son los responsables. De momento, y según la versión oficial, el maquinista es el único presunto culpable.
Fuente: El Mundo
Autor: Marcos Sueiro
Los dos partidos mayoritarios han evitado tirarse los trastos a la cabeza para que nadie les señale con el dedo ante su ineptitud (puesto que ambos formaban parte del Consejo de administración de ADIF), al no haber contemplado en su día la posibilidad de un accidente y por la prisa que se dieron ambos en su día por inaugurar la línea y poder salir así en la foto. Con ello, una vez más, han demostrado a la ciudadanía su falta de sensibilidad hacia los familiares de las víctimas que se concentraron ayer en el Obradoiro para exigir "la verdad" (y no la versión oficial) y que se depuren, por fin, las responsabilidades por este accidente. Al parecer, existe una carta - anterior a la fecha del accidente- del jefe de maquinistas de RENFE en Ourense a sus superiores, en la que ya advierte de la insuficiente señalización del tramo.
Ahora ADIF se defiende con uñas y dientes. Sus abogados centran todos sus esfuerzos en conseguir que el maquinista sea el único imputado como responsable del descarrilamiento, puesto que no desaceleró antes de entrar en la curva cerrada. Existen grabaciones que recogen sus declaraciones inmediatamente después del accidente, en las que se autoinculpa. "Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia" y "tenía que ir a 80 y voy a 190, "descarrilé, qué le voy a hacer", manifestó entonces, todavía bajo los efectos del shock, lo que le convirtió para muchos en el chivo expiatorio ideal. Mientras tanto, con una instrucción que tiene todos los visos de alargarse como un chicle, a las víctimas que las zurzan.
M.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario