lunes, 2 de junio de 2014

Cine: Muere Karlheinz Böhm




Aunque en España haya pasado mayormente desapercibido, algunos medios de comunicación se han hecho eco este fin de semana del fallecimiento a la edad de 86 años del actor austriaco Karlheinz Böhm. Claro que eso es normal, habida cuenta que la trilogía que le catapultó al estrellato cinematográfico, la saga de la emperatriz austriaca Elisabeth (“Sissi”) tiene casi 60 años. Sin embargo, se puede decir que hay muy pocos que, aunque desconozcan el nombre de los protagonistas, no hayan visto la saga en televisión donde, especialmente en la época navideña,  suelen reponerla con regularidad.
 
Pues bien, Karlheinz representaba en las películas el papel de emperador Francisco José I de Austria, el marido de Sissi, interpretada por la gran Romy Schneider, que tan prematuramente nos dejó hace justo 32 años.
 
Böhm, un reconocido actor en Centroeuropa, se alejó voluntariamente de la interpretación allá por los años 80 para dedicarse plenamente a una ONG que había fundado, “Menschen für Menschen”  (“Gente para gente”), centrada en la ayuda humanitaria a Etiopía. Fue  a fínales de los 70 cuando Karlheinz Böhm se vio confrontado por primera vez con las necesidades del pueblo etíope, pudiendo constatar que las ayudas que se enviaban para paliar la hambruna existente en el país no llegaban jamás a su destino final porque desaparecían en los oscuros canales de la corrupción allí reinante.
 
Así pues, Karlheinz tomó la decisión de fundar una ONG, en la que él mismo sería el encargado de velar por que, con toda garantía, el dinero llegase directamente a la gente y a los proyectos agrícolas que iban a permitir que una parte de la población rural se autoabasteciese y dejase así de pasar hambre.
 
Invitado en 1982 a un famoso programa de la televisión alemana, “Wetten dass” (me apuesto que…), donde los invitados apadrinaban apuestas muy variopintas, generalmente muy difíciles de ganar, él apostó que estaba seguro que ni la tercera parte de los telespectadores sería capaz de donar un marco alemán o 7 Schilling austríacos para los habitantes del Sáhel, que se estaban muriendo de hambre debido a los estragos causados por la sequía. Karlheinz Böhm  prometió que, en caso de perder la apuesta, él mismo viajaría a Etiopía para ayudar personalmente en el proyecto. Efectivamente, no ganó pero sí pudo recoger la friolera de 1.200.000 marcos (unos 600.000 euros), una fortuna por aquel entonces.
 
Karlheinz Böhm cumplió  su promesa. Se fue a África para ayudar al pueblo etíope y allí se quedó. Durante su estancia conoció a la que sería su cuarta esposa, Almaz, una ingeniera agrónoma 36 años más joven que él, con quien se casó en 1961. Con ella consiguió llevar a buen puerto su proyecto, que tantas personas ha salvado desde entonces de una muerte segura por inanición y por el que le fue concedido en 2003 el título de “ciudadano honorífico de Etiopía”.
 
Los presidentes de la fracción parlamentaria de Los Verdes alemanes, Katrin Göring-Eckardt y Anton Hofreiter, le honraron con esta declaración: "Su trabajo debe servir de estímulo en la lucha contra el hambre, la pobreza y la injusticia en todo el mundo".
 
Descanse en paz.
Margarita Rey

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