martes, 16 de julio de 2013

Tema de hoy: Lo principal es España





El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sigue parapetado en el silencio, resultado del miedo que le tiene a su ex tesorero Bárcenas, que podría acabar con su carrera política.
 
No el cargo de Rajoy, sino España está en juego. En unos momentos en  que nos golpea implacable la crisis y en los que surgen veleidades independentistas, empujadas hacia adelante por el presidente de la Generalitat, Arturo Mas (CiU), en alianza contra natura con los ultras separatistas de ERC. El problema es histórico. España se hizo desde los Reyes Católicos con parches de los diversos reinos y condados hispanos, que nunca se han sentido solidarios con la idea de una nación. Hoy existe, sin embargo,  entre las diversas regiones –menos en las periféricas- un sentido de la unidad, que por su parte es mal interpretado por los llamados españolistas (centralistas), que, a su vez, son solapadamente separatistas de la derecha ultraconservadora. Pero, sobre todo la “sensata” Cataluña, que dicen representar Arturo Mas y sus aliados, (dejo a un lado al País Vasco, que es otro cantar), ofrece constantemente motivos para  la crítica. ¿No es costosa megalomanía que la Generalitat mantenga embajadas en el Extranjero?
 
El gobierno catalán no posee la madurez política de, por ejemplo, los suizos (que reúnen a tres etnias con tres lenguas y dialectos). También frente a España se puede plantear hoy, tras tres décadas de democracia, la pregunta de que ¿por qué no ha de ser posible en el siglo XXI poner los raíles hacia una Confederación Ibérica (tal vez hasta Portugal podría mostrar interés)? Pero en este punto chocamos con la estrechez de miras de los nacionalistas españoles. Alemania funciona muy bien con su República Federal, construida por los aliados tras la Segunda Guerra  Mundial. Señalaré aquí que también, antes de la República de Weimar y Hitler, en Alemania existió una monarquía federal.
 
El Rey solo no puede resolver el problema español. Necesita de partidos fuertes y bien avenidos en tiempos de crisis económica y política, como la que estamos viviendo en nuestro país. Los partidos mayoritarios, por  encima de las ideologías deben formar un bloque homogéneo para que España no sólo suba, sino que perviva. Rajoy tiene que hablar y, en caso dado, dimitir. Salvo verbalmente, hasta ahora no ha solucionado ningún problema, ni siquiera el que tiene él y el PP con Bárcenas. Negro futuro.
 
 

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