jueves, 11 de julio de 2013

Leído en la Prensa: ¿Y de lo suyo qué, señor Bárcenas?


La transcripción de Pedro J. de este domingo ya se la habíamos leído, con mejor prosa y mayor enjundia literaria a Raúl del Pozo y escuchado en verbo más florido a Carlos Herrera. Dos o tres periodistas más, con mayor o menor desparrame del autor intelectual, Luis Bárcenas, habían dado también cuenta de lo que lleva contando desde que el juez Ruz empezó a echar mano a sus dineros ambulantes de Suiza y otros sitios de esconder pasta.

 Lo del director de El Mundo suena a albacea testimonial: “Esto te lo casco y tu lo sacas si a mí me meten en chirona” Y así ha sido. Al ex tesorero lo han “guardado” en Soto del Real y Pedro J. Ha desplegado la manta. Que es la misma ya desplegada, siempre con la técnica de decir que la gorda está debajo y que reitera punto por punto el monologo del inculpado. Todo estaba ya más que contado y tertuliado. Lo más grave, que es muy, muy grave, la financiación ilegal, los dineros aportados al PP por empresarios, mayormente del ladrillo, que dice se contraprestaban con tratos de favor en concesiones de proyectos y obras. Esa es el gran cargo que se imputa, durante nada menos que 20 años, y mancha desde casi su inicio a la organización entera sin que se salve uno de sus dirigentes desde Fraga. Y si he de decirles lo que pienso y me parece, aunque no sea relevante, eso tiene trazas de verosímil porque la financiación de los partidos, ahora hablamos del PP porque es el que toca y al que le alcanzado el foco, son de haber andado siempre con tales enjuagues cuando han tocado el pelo del poder y la concejalía de urbanismo, que era antes por la que se pegaban.

 Luego viene el donde iban los cuartos, a campañas, a pagar los complementos a los cargos orgánicos, con el detalle chusco ya tantas veces narrado de unos trajes para Rajoy porque iba echo un asco a los mítines. Eso ya está más explotado y con menos recorrido a cada día que pasa. Puede quedar muy feo y resultar impresentable socialmente, pero si los sobresueldos fueron declarados a Hacienda no hay caso ni causa.

 La novedad, que puede serlo para alguno muy ingenuo que quede, es la confesión de que la papela entregada por su amigo y compadre, Jorge Trías, ahora asegura que partidas las peras y enfadado, la había escrito él. Hombre eso lo sabíamos todos y no se lo creía nadie, y menos en el PP que le conocen la letra, cuando lo negaba de aquella manera. Por lealtad a Rajoy, alardea. Buena broma esa palabra en boca de Bárcenas. Es su letra pero también parece cada vez más claro que la “papela” fue prefabricada, una especie de resumen, extracto, confeccionada no hace apenas tiempo y de una sentada. Para la ocasión, vamos. Si entrega el original es cuando podrá quizás comprobarse lo que parece cada vez más evidente: que fue realizada aposta, de una sentada y como parte de la maniobra de defensa.

 Eso es lo de Bárcenas, que queda pendiente, tras tanto amanuense, de lo preceptivo. Dejarse de buscarse escribas e ir de una vez al juez con ello. Con la pruebas que tenga y sin andarse con que van a caer Gobiernos. Si caen, que caigan. Ante el juzgado.
Pero hay dos cosas que no dejan de ser tachas tanto en el reclamante como en los escribanos. La primera es sorprendente y tan reiterada que uno se pregunta porque esa es la única pregunta que los receptores no hacen ¿Y de lo suyo que hay señor Bárcenas? De sus millones a sacos, de sus cuentas a reventar de parné, de su posible condición de jefe de la banda Gürtel. ¿De eso porque no le preguntan, porque no cuenta ni responde nada? Es que de ello ni se habla, oyes. Digo yo que será porque se presume que el nuevo rey del talego, heredero de Conde en ese trono, el “héroe” Bárcenas es el inocente pleno, el vengador justiciero, el limpio de polvo y paja. Que pobrecito, sólo le hacen esto por estar más que forrado y de que tiene que demostrar de donde salieron los forros.

 Bueno en esto, Bárcenas es como todos sus colegas y vecinos de residencia. De preguntar por allí, de entrevistarlos a todos, como pueden seguir entrevistando a algunos de la tribu de los Correa, todos estarán dispuesto a sacar todos los trapos sucios de los ajenos, pero ¡quía! Si de lo que se trata es de responder de los suyos. Ellos son unas pobres víctimas, unos “honrados corruptos” explotados. Pero esa parece ser la tónica y la bitácora de actuación mediática. Ponerle el altavoz a los inculpados para que esparzan toda la mierda que deseen pero sin una mala pregunta ni un mínimo contraste con sus propios actos.

 
En el caso Bárcenas otro elemento se suma a sus fallas. Lo patente y feroz de sus odios contra quien le cortó las alas y le puso en la calle. La inquina hacia Cospedal le rezuma por todos los poros. Tanto que por no tener a mano ejemplos a lo largo de sus dichos 20 años ha de sacar uno que ni traído por los pelos en fecha y mando pudiera afectarle. El de Toledo y una concesión denunciada, como siempre a medias y soterradamente para no pillarse el dedo, que se remonta al 2007. María Dolores de Cospedal entonces apenas si se había visualizado como candidata a la presidencia de Castilla-La Mancha, era consejera de Transportes con Esperanza Aguirre en Madrid, que después y en esa primera ocasión perdió por cierto, y no fue hasta finales de aquel año 2006 cuando fue elegida líder regional de su partido. A la secretaria general del PP no llego hasta el 2008. Buscarle implicación con algo del ayuntamiento de Toledo, por salpicarle como sea deja claras en este punto las intenciones del preso. En este caso, y puede que en muchos, venganza. Pero lo que no parece querer entender Bárcenas es que, antes que de nada, es el quien ha de responder de sus actos y de esos dineros.

Y otra cosa, su pretensión, chantaje y continua amenaza resulta tan desnortado como inútil para sus intereses. Aunque quisieran ni el PP ni el Gobierno pueden hacer absolutamente nada ante la Justicia y la maquinaria puesta en marcha. Ni deben y quizás ni quiera. Pero es que además no pueden. Y eso parece que Bárcenas no lo entiende. Y al no entenderlo lo que hace es apretarse cada vez más las esposas. Aunque bravuconee cada vez con más gallos ante los escribas que se prestan a ser sus copistas. Sin preguntas molestas, claro.
 
Fuente: Periodista Digital (Opinión - La Marea)
Autor: Antonio Pérez Henares

 

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