martes, 12 de junio de 2012

Tema de hoy: El "contubernio"


Ahora se cumplen los 50 años de la reunión en la capital de Baviera de los máximos líderes de la oposición democrática española, unos en el exilio o la clandestinidad y otros residentes en España, como Jáuregi (monárquico) o Dionisio Ridruejo (poeta y coautor del Cara al Sol). En la posguerra, el idealista Ridruejo se convirtió en uno de los más enconados enemigos del “Caudillo”. Con los residentes en España, el régimen de Franco aunque furioso no se atrevió a tocarles un pelo. Los confinó a Canarias, Sabía el general que toda la Europa democrática apoyaban la caída del régimen fascista y desoía los tímidos intentos franquistas por siquiera asociarse a la Comunidad Europea. Franco, para no ser el apestado, tolerado sólo por las bases norteamericanas en territorio español, tenía que conformarse con los jeques y jefezuelos árabes.

Cuando el general tuvo conocimiento de la reunión de Munich, mandó disparar todos los cañones propagandísticos contra la conferencia a la que bautizó como ”Contubernio de Munich” y con ese nombre (visto desde lejos, bastante chusco), ha pasado a la Historia.

En la reunión, en la que también participaron Rodolfo Llopis (PSOE, Toulouse), el conservador Gil-Robles (histórico el momento en que ambos: derecha e izquierda, se dan la mano) y Salvador de Madariaga, además del democristiano Fernando Álvarez de Miranda, se sentaron las bases de lo que sería nuestra actual democracia. El protocolo sirvió de vía para la vigente Constitución española. En cuanto a la cuestión del régimen y de su presidente se acordó que la cuestión no estaba en restaurar la República, sino la democracia, a cuyo frente estaría un demócrata.

La rabia de franquistas y falangistas contra el Contubernio y contra Munich la pude apreciar yo mismo al venir a España de vacaciones. Por aquel entonces todavía podía entre en nuestro país. Al aduanero de turno se le desencajó la cara cuando vio mi pasaporte sellado en Munich. Furioso me revolvió la maleta por si llevaba propaganda del Contubernio.




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