martes, 21 de enero de 2014

Leído en la Prensa: La entrevista a Rajoy




Ayer noche, en prime time, una veterana entrevistadora, Gloria Lomana, nos ofreció en Antena 3 una entrevista con un político que tiene una relación agridulce con la prensa, el Jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy. Una entrevista en la que Lomana hizo lo que pudo, pero el gallego de pura cepa que es Rajoy, pudo más. A continuación es ofrecemos dos artículos de opinión (de los primeros en aparecer en la prensa escrita de nuestro país justo después de la emisión), muy interesantes, aunque -eso sí- también muy críticos ambos. En el primero, Enric Sopena, director de El Plural, comenta:

"Cabos sueltos
¡Nos quedan dos años de Rajoy; Dios nos coja confesados!
Esta noche, en Antena 3, Mariano Rajoy ha vuelto a ser Mariano Rajoy. Es decir, ha vuelto de nuevo a proyectar su imagen de la “insoportable levedad del ser”. En vano Gloria Lomana ha intentado parecerse a la punzante entrevistadora Ana Pastor. Pero ni siquiera Pastor, si lo hubiera interrogado, habría conseguido que el presidente del Gobierno no fuera sobre todo aburrido. No habla con el corazón, sino como un burócrata con más de treinta años sin ser jamás un estadista.

Buena posibilidad despreciada
Su alergia a los periodistas es bien conocida. Habla de carretilla y no aporta nada que valga la pena escucharle. Elude entrar en el fondo de los problemas aplicando cuatro o cinco chascarrillos de abatimiento. Tenía una muy buena posibilidad de dirigirse a los catalanes -los no independentistas y los independentistas- acentuando sus argumentos con coraje. La obvió.

Quien se cargó el Estatuto
No olvidemos que Rajoy, siendo presidente del PP, fue el que se cargó de malas maneras el Estatuto montando un pollo contra Cataluña y la mayoría de sus habitantes. Está pues incapacitado para irrumpir ahora en la cuestión catalana. Sólo supo decir en la entrevista que hay que cumplir la ley, una banalidad más de las suyas. “La ley se va a cumplir. No adelantemos los acontecimientos”, declaró.
 
Una ley de transparencia
Se escabulló -con rapidez y frases hechas- durante el capítulo de la corrupción. Le sugirió la periodista que pidiera perdón a los ciudadanos por todos los asuntos vinculados con la corrupción, llevados a cabo por algunos dirigentes populares. Recordó que eso ya lo hizo en el Congreso de los Diputados. Subrayó que ya ha aprobado una ley de transparencia.

Nula limpieza
¡Mucha transparencia, mucha caradura y nula limpieza promovida por él para aplicar lo de caiga quien caiga! Y es que en el PP no cae nadie. El inútil alcalde de Burgos, Javier Lacalle, tampoco, según afirmó Rajoy a preguntas de Lomana. “Ha rectificado y yo le respeto”. Sobre el empresario Méndez Pozo ni una alusión. Es otro de los suyos, un chorizo condenado a la cárcel hace años.

Presunción de inocencia
A la Infanta la defendió, mientras el presidente se sacaba de la manga la presunción de inocencia, añadiendo otra reflexión huera respecto a la hija del Rey y recordando que el monarca ya señaló que “todos somos iguales ante la Justicia”, una aseveración que no se aguanta en la realidad, como es bien sabido.

“Yo escucho siempre a Aznar”
En cuanto a José María Aznar, Rajoy no mintió más porque fue suficiente lo que proclamó en relación con su antiguo protector. “Yo escucho siempre a Aznar”, puntualizó. Y se hizo un lío en torno a cuándo se han vuelto a ver: “Creo que sí nos hemos visto”, soltó evidenciando que Aznar y él son políticamente como el perro y el gato. Pasó por encima del nuevo partido modelo Tea Party. Ahí se encuentran -todavía desde lejos- tanto Aznar como Esperanza Aguirre. Nos quedan dos años de Rajoy. Dios nos coja confesados".

Fuente: elplural.com
Autor: Enric Sopena

Nuestra segunda elección, no menos crítica, ha recaído en un artículo de Montserrat Domínguez en "El Huffington Post", que opina:
 
"Rajoy en estado puro
Nunca, ni en su etapa al frente de Administraciones Públicas, ni en Educación, ni como ministro de Interior, ni como vicepresidente del gobierno de Aznar, y mucho menos desde que, hace dos años, se convirtió en presidente del gobierno, ha sido Mariano Rajoy un hombre de titulares. Es proverbial su alergia a las preguntas concretas, a la exigencia a definirse, lo que resulta exasperante para periodistas y ciudadanos, pero políticamente le puede resultar útil cuando

a) no tiene ideas claras sobre qué hacer
b) no actúa en función de planes preconcebidos, sino a la defensiva
c) se ve obligado a rectificar

Esta noche en Antena 3, Rajoy ha sido Rajoy en estado puro: "no adelantemos acontecimientos", "ya veremos", "no lo tengo previsto", "siempre es preferible que estas cosas no ocurran", "yo escucho a todos siempre", "yo siempre estoy abierto a dialogar". Ante las preguntas un tanto inconexas de su entrevistadora, el presidente ha tejido su habitual red de inconcreciones, pero también ha exhibido un ramillete de certezas.

1- Cataluña no será independiente mientras él sea presidente del gobierno. Su rotundidad estaba envuelta en los artículos de la Constitución: como presidente del gobierno, está obligado a cumplir y hacer cumplir la ley (hago lo que tengo que hacer, interesante matiz). Rajoy ha driblado para no dejarse enredar en futuribles que el sector más español/nacionalista le reclama: ni hablar, de momento, de suspensión de autonomía, ni de reasumir competencias.

2. Lo peor de la crisis ha pasado. Arropado en esta ocasión por la mejora en los indicadores macroeconómicos, Rajoy ha hecho hincapié en el mensaje que tanto le interesa que cale en los españoles: tras dos años de sacrificios, pronto notarán la mejoría. Pronto; hasta ahí hemos llegado. No prevé (ni descarta) más recortes, no concreta cómo se va producir la rebaja del IRPF -que se aplicará en 2015-, no adelanta nuevos ajustes laborales, tampoco se la juega con cifras de reducción del paro, más allá de confiar en que se mantenga la tendencia (leve aún) de frenazo a la destrucción de empleo.

3. Le gusta su gobierno. Rajoy ha abandonado la contención y ha saltado como un tigre para defender a sus ministros, a los más vapuleados: Montoro, Soria, Wert y Gallardón. "Valientes, con coraje". Así le gustan: que hagan cosas. No es extraño; son su mejor línea de defensa. El titular no estaba tanto en sus palabras -es de manual que un presidente defienda a su gobierno-, sino en el énfasis, en el lenguaje no verbal.
 
4. Y el titular más inquietante de la noche: está convencido de que a la infanta que le irá bien, porque cree en su inocencia, y por tanto no cree que deba renunciar a sus derechos sucesorios. ¿Sabe algo él que no sepamos los demás? ¿También Urdangarín le parece inocente?

Poco más. Ha confirmado que está dispuesto a modificar el demencial anteproyecto de ley sobre el aborto, sin explicar cuáles son los límites; ha sido condescendiente con el PSOE -el PP también ve con preocupación el cisma abierto en el PSC-; ha sorprendido con su firmeza en la defensa de los jueces que han aplicado la Doctrina Parot -"son injustas las críticas"-, con Bárcenas ha roto, a Aznar le ve poco, y el Rey es una persona humana.

Fin de la cita. Fin de la entrevista".

Fuente: El Huffington Post
Autora: Montserrat Domínguez





No hay comentarios:

Publicar un comentario