2014 comienzó con el
vergonzoso acto de ex presos de ETA. La organización clandestina tiene motivo de júbilo con la excarcelación de
sangrientos pistoleros de ETA, que se considera a sí misma un ejército de
liberación del País Vasco.
Por lo demás, poco hemos
escuchado la voz del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. ¿Para qué iba el
presidente a perder su precioso tiempo, que necesita para darse a conocer mejor
en la Unión Europea? Un vulgar
“segurata” estuvo a punto de dejar a Rajoy fuera del Consejo Europeo por no
mostrar su acreditación. Los otros
colegas europeos protegieron al “intruso” y le introdujeronn en el
Consejo. Rajoy busca estar, a ser
posible, al lado de su maestra y
protectora Angela Merkel, que no desea ver a España en manos ajenas a las
alemanas, lo cual en el fondo es beneficioso para nuestro país. ¡Figúrense si
Francia le dictara las lecciones a España! Buena herencia no legó el país
vecino, pero no siempre amigo, con los famosos Borbones, hasta que éstos a comienzos
del siglo XX se convirtieron sobre todo en patriotas españoles. Convertirse en
español es cosa fácil, lo difícil es dejar de serlo. Que se lo digan al
presidente catalán Artur Mas, que anda dando la tabarra con la independencia de
Cataluña, una de las regiones históricas y humanas más españolas de la
Península. Mas se pone ahora a escribir a los gremios de la Unión Europea para
que éstos faciliten o apoyen la consulta soberanista, aunque a Mas ya se le ha
dicho en Bruselas que la UE no admitirá a un mini estado escindido de una Nación. En fin, este asunto nos va a dar
que escribir muchas páginas en el recién inaugurado 2014 y nos puede
deparar sorpresas.
Tampoco en otros asuntos
de gran interés para la sociedad española, Rajoy no sabe o no responde: por
ejemplo, el caso Bárcenas, o el escándalo Gürtel (Correa), o la puesta en
liberad de peligrosos asesinos y psicópatas violadores, que ha sembrado alarma social en
España.
Rajoy no necesita hablar a su pueblo que,
engañado, lo eligió. ¿Para qué tiene a su vera a la dulce Soraya Sáenz de
Santamaría (quién sabe, tal vez la
sucesora de Rajoy), vicepresidenta y portavoz
parlamentaria del PP? En boca de Soraya las mentiras se convierten en
mentirijillas. No se puede decir lo
mismo de la otra vocera de Rajoy, la adusta manchega de retorta María Dolores
de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha. Pero
la palma se la lleva otro vocero: como
ya estamos en 2014, el ministro
de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya está viendo la luz al final del túnel y
nos lo proclama alborozado. Mientras, Montoro nos vende una
paulatina subida de la luz en este año como un éxito de Rajoy. También en
nombre de su amo ve ya el comienzo del crecimiento de la economía española
(¿pronto podrá sentarse Rajoy al lado de Angela Merkel?). Es cierto, ha habido un notable descenso del
número de parados en diciembre de 2013 (107.570). ¿Se repara que en la disminución del paro también están incluidos los miles de
jóvenes y no tan jóvenes emigrantes? ¿Se
creará empleo en 2014? Lo seguro es que la emigración de cerebros españoles
especialmente a Alemania continuará o irá en aumento.
Otros políticos que se
han lucido en 2013 son un camaleón ultraderechista, que como alcalde de Madrid se
hacía pasar por demócrata liberal, pero tenía guardada la camisa azul y el yugo
y las flechas de su abuelo o de su padre para cuando fuera ministro: Alberto Ruíz Gallardón, (ministro de Justicia) y José Ignacio Wert
(ministro de Educación, con apellido alemán).
Ambos personajes tienen tufillo a sacristía. Con su Ley del Aborto, la
derechona (ultras franquistas) en el PP humilla a las mujeres españolas que,
realmente, tienen necesidad del doloroso
trance de abortar. Incluso en el PP hay resistencia femenina contra una ley que perjudica gravemente a las
mujeres. Es cierto que la Ley del Aborto del PSOE precisaba matizaciones. Era un
desatino que las chicas de 16 años no tuviesen que comunicar a sus padres su
intención de abortar. Pero haciendo palanca en detalles corregibles, la Iglesia
católica española se carga, utilizando a
Gallardón, a la ley socialista, bastante
acertada. Se ve la mano de la fundamentalista Conferencia Episcopal Española,
que con la designación de España como “Estado aconfesional” triunfó sobre el laicismo del PSOE. En contra de la propaganda clerical, el
laicismo no es ateísmo. Lo de “aconfesional” permite a la Iglesia controlar a
la sociedad española, imponiendo sus dogmas, como es el caso de la Ley de
Educación de Wert, en la que la Iglesia católico-franquista recupera su influencia
en el curriculum de los estudiantes, puntuando como si fuese una asignatura
importante. El contenido de esta asignatura no es cultural, sino pura
catequesis. Con ella, Wert se carga otras materias más importantes: la Filosofía,
la Ética o la “Historia de las Religiones”. Blandiendo el dogma católico fundamentalista
desaparece la Educación para la ciudadanía. La Iglesia necesita luchar por sus
baluartes porque, aunque numéricamente sea la religión mayoritaria, su poder real
va disminuyendo. Sólo un 20% de los españoles bautizados católicos, son
creyentes o practicantes.
Por supuesto, de
ministros desmemoriados no puede esperarse “Memoria Histórica”. Para la mayoría
de la derecha su único recuerdo es El Pardo.
2014 viene cargado de
promesas (¿falsas?), de buenas intenciones y de muchos otros avatares. La nueva
Ley para la Seguridad ciudadana (en realidad para restringir el derecho
constitucional a manifestarse), no impedirá manifestaciones pacíficas de todos
los sectores afectados: parados, mujeres, profesores y estudiantes, médicos o
enfermeras.
El PP no tendrá reparos
en cambiar la constitución si ésta se opone al talante totalitario de la
extrema derecha hispana.
Éxito para Rajoy: El
presidente del Gobierno español se ha llevado en estos días de enero la oreja
de Obama para dimensionar más la “Marca España”. La visita de Rajoy a
Washington ya no permite decir a nadie que España es las Islas Galápagos. Y es
un paso más hacia las simpatías de Berlín.
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