martes, 11 de diciembre de 2012

Tema de hoy: La Constitución


No soy experto en derecho constitucional, por eso me guardo muy mucho de exponer y criticar fallos en la Constitución de 1978, que otros, con más autoridad que yo, detectan en la Carta Magna.

Como ciudadano de a pie considero que, hoy por hoy, tenemos la constitución más democrática, después de los casi 40 años de esperpéntica dictadura. Sólo puedo señalar, desde mi punto de vista no especializado, que constitucionalmente no es correcto si el ministerio correspondiente cursara instrucciones a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para endurecer la acción de la policía contra manifestantes pacíficos. Estos sólo protestan en ejercicio de su derecho constitucional contra la situación económica en España.

La policía, aceptada hasta ahora por la sociedad como garante de su seguridad, no está para machacar a los que protestan, sino para evitar que se perturbe el orden público o se ponga en peligro a otras personas. Es cierto que entre los manifestantes pacíficos también suelen mezclarse radicales anti-sistema, pero una vez detenidos éstos sobran los puñetazos, las porras y las pelotas de goma. No deseamos revivir los tiempos de “los grises”, la temida policía de choque del régimen franquista.

Hay otro punto que me llama la atención. La primacía de cierta Iglesia sobre las demás religiones. Como demócrata, para mi no es válido el argumento de que la mayoría de los españoles son católicos. Un deber de la democracia es proteger a las minorías frente a las mayorías. Además, parece que muchos consideran que a los bebés no les asiste el derecho de decidir, cuando sean mayores de edad, a qué confesión quieren “afiliarse”. Cada niño que nace, ya tiene sobre su cabeza la mano posesiva del sacerdote católico de turno. Tengo la impresión, por lo que veo, de que los padres no son conscientes de qué es el bautismo. Para ellos es sólo un motivo de exhibición social.

A mí, personalmente, me gustaría que ninguna religión esté por encima del Estado o de que el Estado esté al servicio de una religión. Por eso soy laicista. En contra de la deformación interesada del significado del “laicismo”, éste no tiene en absoluto nada que ver con el ateísmo, que es no creer en la existencia de un ser espiritual superior, creador de todo. Francia es una nación laica. Nadie puede afirmar que Francia no sea católica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario