lunes, 28 de julio de 2014

Pincelada: El “honorable”

 
 
 
La ex ministra de Defensa y ex diputada por Barcelona, Carme Chacón, pidió el sábado pasado explicaciones sobre la fortuna del político Jordi Pujol. Durante 34 años Pujol mantuvo oculta esta suma, hasta que acosado por los periodistas, admitió lo afirmado por los medios y aseguró que acababa de regularizar este patrimonio. Según Chacón, Pujol debe ahora  estas explicaciones a millones de catalanes. Chacón opina que después de 30 años de millones de catalanes que han crecido con el "honorable president", lo sucedido con el "president" y su familia exige muchas explicaciones, verdades y no verdades a medias y mentiras.

Chacón, que está en la nueva ejecutiva de Pedro Sánchez, considera  que lo sucedido con los millones de Pujol no se explica con una simple nota. Una revelación como ésta carcome no sólo  la credibilidad de la política, sino al sistema democrático. Miguel Iceta, primer secretario del PSC ha afirmado que ha sufrido una profunda decepción con  las revelaciones de Pujol sobre su dinero en el extranjero sin declarar, hasta ahora, pasados 30 años. Cuando en 2012 el diario El Mundo publicó que la familia Pujol-Ferrusola dispondría de 137 millones de euros en cuentas en Suiza y que distintos miembros de la familia habrían ingresado en 2011 hasta 3,4 millones en un banco de Andorra, Pujol lo negó con vehemencia y su hijo Oriol arremetió contra el “nacionalismo español”, acusándolo de intransigente y anti catalán.  Un recurso muy socorrido como cortina de humo después de aquel otro de "España nos roba".
 
Ahora, la Agencia Tributaria está ultimando un informe para entregar al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz sobre el dinero negro del clan, gestionado en el extranjero por el hijo mayor Jordi Pujol Ferrusola, que oscilaría entre los 300 y los 600 millones de euros. Una cifra que, según expertos,  podría estar muy por debajo de la fortuna real de los Pujol que, al parecer, tendría también fondos en otros paraísos fiscales (“off shore”) como Luxemburgo, Liechtenstein, Jersey y Panamá, entre otros.
 
Jordi Pujol pidió perdón  en tono compungido “por lo que significa para mi familia y para mí mismo pero, sobre todo, por lo que puede significar para tanta gente de buena voluntad que pueden sentirse defraudados en su confianza”.  ¿Caradura  o la influencia de la sangre fenicia?
 
 
 



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