Doña María Dolores Cospedal es conocida por sus geniales ocurrencias. Todos recordarán sus surrealistas declaraciones del año pasado ante las cámaras cuando, en un desesperado intento de explicar el porqué de los sueldos percibidos por Bárcenas cuando éste, supuestamente, desde 2010 ya no era tesorero del PP. Según ella, se trataba de una
“indemnización en diferido”, un nuevo concepto en la legislación laboral que, acompañado de su balbuceo, no tardó en convertirse en
trending topic en las redes sociales y demás foros de internet.
Ayer, gracias a la aplastante mayoría del PP en el Parlamento regional, la inefable doña Lola consiguió meterle mano por segunda vez en tan sólo tres años de gobierno a la
Ley electoral de Castilla-La Mancha. La primera modificación tuvo lugar hace aproximadamente un año con el fin de aumentar el número de diputados de 49 a 53. Un aumento que no valía para todas las provincias por igual, sino para aquellas más cercanas al PP. Por aquel entonces, se defendió la reforma con el argumento de “más democracia y más pluralismo político”. Algo que, por lo visto, ya ha dejado de tener validez. Ahora la justifica con motivos “de ahorro y austeridad”, pretexto muy noble y muy bien visto por el ciudadano de a pie en tiempos de crisis.
Pero mejor será que lean ustedes mismos las reacciones que recoge el diario digital Vozpópuli al respecto:
“La oposición acusa a Cospedal de querer “blindarse en el poder” con la nueva Ley electoral
Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado, con el voto de los populares y en contra de la oposición, la reforma de la ley electoral de Castilla-La Mancha, que reduce de 49 a 33 el número de diputados en las Cortes autonómicas para la próxima legislatura.
La reforma ha provocado las críticas de la oposición, tanto PSOE como IU. Los socialistas han presentado un recurso de anticonstitucionalidad por la medida llevada a cabo por el gobierno de la comunidad, según informa EFE.
La presidenta, María Dolores de Cospedal, ha defendido, en el pleno de las Cortes, que se trata de una norma justa, plural, objetiva, representativa, equilibrada y adecuada para los tiempos de crisis, que supone un “paso histórico”, que permite a los políticos “tener un comportamiento ejemplar para los ciudadanos” y, además, la considera una medida que acerca la política a la ciudadanía.
Esta norma es la segunda ley electoral en la comunidad y va en contra de la anterior que aumentaba el número de parlamentarios
Esta norma es la segunda ley electoral aprobada en Castilla-La Mancha en lo que va de legislatura y que va en contra de la anterior, que subía los parlamentarios de 49 a 53. Además, la presidenta ya ha llevado a las Cortes otras medidas impopulares para la oposición, como la decisión de dejar sin sueldo fijo a los diputados autonómicos en los presupuestos, apoyada por el Tribunal Constitucional.
Críticas
El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha,
Emiliano García-Page, ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la reforma del Estatuto de Autonomía, que según Page, permite a María Dolores de Cospedal ser reelegida presidenta "con menos votos que otro partido".
Pedro Sanchez critica que la reforma sea para "blindar el poder" de María Dolores de Cospedal
El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también se ha pronunciado contra esta reforma a través de un comunicado, donde ha expresado que cree que con esta medida Cospedal ganará en diputados las elecciones “aunque las pierda claramente en votos”, y ha calificado la reforma de "un auténtico atropello constitucional", hecho "única y exclusivamente para blindar el poder" de la presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal.
El líder de los socialistas ha añadido que "es evidente que Cospedal tiene miedo del voto de los ciudadanos en las elecciones autonómicas, después de que hayan sufrido sus recortes en sanidad, en educación o en dependencia”.
El coordinador federal de IU, Cayo Lara, ha acusado al PP de aprobar el "mayor pucherazo electoral de la democracia" y ha destacado que lo que pretende el PP en Castilla-La Mancha es "garantizarse la mayoría robando la voluntad democrática de los ciudadanos".
La norma
La ley aprobada cifra en 33 los parlamentarios castellano-manchegos, que se reparten con un mínimo de tres para cada una de las cinco provincias y los 18 restantes, en función de la población.
La reforma de la ley electoral para reducir el número de parlamentarios autonómicos llega tras la modificación del estatuto de Castilla-La Mancha, que situó en una horquilla de 25 a 35 el número de diputados autonómicos, frente al anterior intervalo que recogía de 47 a 59 parlamentarios.
Según el portavoz del PSOE en las Cortes regionales, José Luis Martínez Guijarro, la fijación de 33 en el número de diputados no se ha debido a criterios objetivos basados en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, sino que ha acusado al PP de "hacer cálculos y después intentar revestir el resultado con visos de legalidad".
Fuente: vozpopuli.com
Sin que ello sirva de precedente, por una vez estoy de acuerdo con las declaraciones del secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a los medios de comunicación: "No se conoce país en el mundo, ni región en Europa, en la que un Gobierno haya cambiado dos veces la Ley electoral en un año y lo haya hecho en sentido contrario, primero para subir el número de diputados, y luego para bajarlos a la mitad. Lo que hace Cospedal con la Ley electoral y con la reforma del Estatuto es un intento descarado de pucherazo electoral".
Menos diputados y, además, sin sueldo: la cuadratura del círculo, pero con trampas. Ni las dietas ni los “sobresueldos” desaparecen con la Ley. Además, volvemos a esos tiempos remotos, cuando sólo se dedicaban a la política las personas “con posibles”, lo que dejaría prácticamente sin representación a las clases más desfavorecidas. Algo que no parece importar mucho a la señora
Cospedal que, con lo que ganan ella y su marido (Ignacio López del Hierro), tendría los riñones bien cubiertos incluso si viviese 200 años.
La mayoría de los expertos que la han analizado (menos los del PP, por supuesto) coinciden en la apreciación de que la Ley va claramente en detrimento de los pequeños partidos que, a menos que consigan según la provincia entre 10 y 17 % de los votos como mínimo (en lugar del 5% que eran necesarios hasta ahora para conseguir un escaño), en el futuro no tendrían representación en la Cámara Regional. Algo que ha enfurecido tanto a IU como a UPyD, que se encontrarán a partir de ahora en inferioridad de condiciones cuando se celebren comicios.
Me pregunto cuál sería la reacción del PP castellano-manchego si, de repente, se cambiasen las tornas y el PSOE llegase de nuevo al poder. Seguro que no tardarían en inventarse algún tipo de estratagema para darle raudamente la vuelta a la tortilla.
Francamente, siento un profundo asco cuando se producen este tipo de tejemanejes políticos, vengan del partido que vengan, cuya sola finalidad es perpetuarse en el poder.
M.R.