jueves, 16 de enero de 2014

Atalaya: 2014



2014 comienzó con el vergonzoso acto de ex presos de ETA. La organización  clandestina tiene  motivo de júbilo con la excarcelación de sangrientos pistoleros de ETA, que se considera a sí misma un ejército de liberación del País Vasco.
 
Por lo demás, poco hemos escuchado la voz del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. ¿Para qué iba el presidente a perder su precioso tiempo, que necesita para darse a conocer mejor en la Unión Europea?  Un vulgar “segurata” estuvo a punto de dejar a Rajoy fuera del Consejo Europeo por no mostrar su acreditación.  Los otros colegas europeos protegieron al “intruso” y le introdujeronn en el Consejo.  Rajoy busca estar, a ser posible, al  lado de su maestra y protectora Angela Merkel, que no desea ver a España en manos ajenas a las alemanas, lo cual en el fondo es beneficioso para nuestro país. ¡Figúrense si Francia le dictara las lecciones a España! Buena herencia no legó el país vecino, pero no siempre amigo, con los famosos Borbones, hasta que éstos a comienzos del siglo XX se convirtieron sobre todo en patriotas españoles. Convertirse en español es cosa fácil, lo difícil es dejar de serlo. Que se lo digan al presidente catalán Artur Mas, que anda dando la tabarra con la independencia de Cataluña, una de las regiones históricas y humanas más españolas de la Península. Mas se pone ahora a escribir a los gremios de la Unión Europea para que éstos faciliten o apoyen la consulta soberanista, aunque a Mas ya se le ha dicho en Bruselas que la UE no admitirá a un mini estado escindido de  una Nación. En fin, este asunto nos va a dar que escribir muchas páginas en el recién inaugurado 2014 y nos puede deparar  sorpresas.
 
Tampoco en otros asuntos de gran interés para la sociedad española, Rajoy no sabe o no responde: por ejemplo, el caso Bárcenas, o el escándalo Gürtel (Correa), o la puesta en liberad de peligrosos asesinos y psicópatas  violadores, que ha sembrado alarma social en España.
 
Rajoy no necesita hablar a su pueblo que, engañado, lo eligió. ¿Para qué tiene a su vera a la dulce Soraya Sáenz de Santamaría  (quién sabe, tal vez la sucesora de Rajoy), vicepresidenta y portavoz  parlamentaria del PP? En boca de Soraya las mentiras se convierten en mentirijillas. No se puede  decir lo mismo de la otra vocera de Rajoy, la adusta manchega de retorta María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha. Pero la palma  se la lleva otro vocero: como ya  estamos en 2014,  el ministro  de Hacienda, Cristóbal  Montoro,  ya está viendo la luz al final del túnel y nos  lo proclama  alborozado. Mientras, Montoro nos vende una paulatina subida de la luz en este año como un éxito de Rajoy. También en nombre de su amo ve ya el comienzo del crecimiento de la economía española (¿pronto podrá sentarse Rajoy al lado de Angela Merkel?).  Es cierto, ha habido un notable descenso del número de parados en diciembre de 2013 (107.570).  ¿Se repara  que en la disminución  del paro también están incluidos los miles de jóvenes y no tan jóvenes emigrantes?  ¿Se creará empleo en 2014? Lo seguro es que la emigración de cerebros españoles especialmente a Alemania continuará o irá en aumento.
 
Otros políticos que se han lucido en 2013 son un camaleón ultraderechista, que como alcalde de Madrid se hacía pasar  por demócrata liberal,  pero tenía guardada la camisa azul y el yugo y las flechas de su abuelo o de su padre para cuando fuera ministro:  Alberto Ruíz Gallardón,  (ministro de Justicia) y José Ignacio Wert (ministro de Educación, con apellido alemán).  Ambos personajes tienen tufillo a sacristía. Con su Ley del Aborto, la derechona (ultras franquistas) en el PP  humilla a las mujeres españolas que, realmente, tienen necesidad del doloroso  trance de abortar. Incluso en el PP hay resistencia femenina  contra una ley que perjudica gravemente a las mujeres. Es cierto que la Ley del Aborto del PSOE precisaba matizaciones. Era un desatino que las chicas de 16 años no tuviesen que comunicar a sus padres su intención de abortar. Pero haciendo palanca en detalles corregibles, la Iglesia católica  española se carga, utilizando a Gallardón,  a la ley socialista, bastante acertada. Se ve la mano de la fundamentalista Conferencia Episcopal Española, que con la designación de España como “Estado aconfesional”  triunfó sobre el laicismo del PSOE.  En contra de la propaganda clerical, el laicismo no es ateísmo. Lo de “aconfesional” permite a la Iglesia controlar a la sociedad española, imponiendo sus dogmas, como es el caso de la Ley de Educación de Wert, en la que la Iglesia católico-franquista recupera su influencia en el curriculum de los estudiantes, puntuando como si fuese una asignatura importante. El contenido de esta asignatura no es cultural, sino pura catequesis. Con ella, Wert se carga otras materias más importantes: la Filosofía, la Ética o la “Historia de las Religiones”. Blandiendo el dogma católico fundamentalista desaparece la Educación para la ciudadanía. La Iglesia necesita luchar por sus baluartes porque, aunque numéricamente sea la religión mayoritaria, su poder real va disminuyendo. Sólo un 20% de los españoles bautizados católicos, son creyentes o practicantes.
 
Por supuesto, de ministros desmemoriados no puede esperarse “Memoria Histórica”. Para la mayoría de la derecha su único recuerdo es El Pardo.
 
2014 viene cargado de promesas (¿falsas?), de buenas intenciones y de muchos otros avatares. La nueva Ley para la Seguridad ciudadana (en realidad para restringir el derecho constitucional a manifestarse), no impedirá manifestaciones pacíficas de todos los sectores afectados: parados, mujeres, profesores y estudiantes, médicos o enfermeras.
 
El PP no tendrá reparos en cambiar la constitución si ésta se opone al talante totalitario de la extrema derecha hispana.
 
Éxito para Rajoy: El presidente del Gobierno español se ha llevado en estos días de enero la oreja de Obama para dimensionar más la “Marca España”. La visita de Rajoy a Washington ya no permite decir a nadie que España es las Islas Galápagos. Y es un paso más hacia las simpatías de Berlín.
 
 
 

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