domingo, 11 de octubre de 2015

Atalaya: Feliz Navidad



Por su boca muere el pez.  Rajoy, hasta ahora, con la de comprometedores asuntos de corrupción que salpican -si no envuelven- al PP, ha mantenido un notable mutismo ante la opinión pública, representada  por los medios. Incluso el ex Presidente Aznar, no escatima en alfilerazos, directos como dardos, contra  la falta de liderazgo del hombre que él eligiera a dedo como jefe del PP y, por ende, candidato a la presidencia del Gobierno, que ni tan siquiera necesitan ser interpretados por los analistas políticos  porque él mismo se ha encargado de reafirmar recientemente su crítica.
 
Como una mayoría de las masas no piensa o tiene no declarados intereses, el derechista Rajoy ganó las elecciones del 20-N 2011. No sabían muchos de esos electores lo que les esperaba con el PP en el Gobierno. Naturalmente todo un éxito para un novato. Ha transcurrido mucho tiempo para que Rajoy alcance estatura de jefe del Gobierno, aunque sus fallos sean también visibles. Estaría bueno que ahora que Rajoy, con sus besitos en las mejillas de Angela Merkel, ha conseguido talla de “estadista” porque a Alemania le interesa otro motor  en Europa, pierda las próximas  elecciones generales.

Lo cierto es que después del fracaso en las recientes elecciones autonómicas y municipales, don Mariano Rajoy ve al abismo de la derrota en las próximas elecciones generales, convocadas por él en el portal de las entrañables fiestas navideñas, en vísperas de que alguien tal vez se  haga millonario legalmente con el Gordo, con la corrupción que revoletea por  encima de la cabeza del presidente del PP e involucra a quienes antes eran su mano derecha e íntimos amigos.

Serán unas elecciones íntimas, hogareñas, ideales para proyectar la imagen del PP como un partido de las familias, de los seres queridos, excepto Bárcenas y Compañía. Unas elecciones de turrón y mazapán, (¿“cava”?), de  Belén con Reyes Magos, con villancicos, zambombas y panderetas y el PP protegido por el Espíritu Santo.
  
El nuevo vigía de la Patria ya ha descubierto al enemigo, al que hay que destruir, apoyándose los mitineros en el miedo irracional a la izquierda de una gran parte de la ciudadanía. El propio Rajoy, no carente de mentiras y demagogias, ya ha levantado la veda a la “caza al rojo”, al afirmar que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha radicalizado y que su partido ya pacta con los “extremistas de izquierdas”, en clara referencia al partido de Pablo Iglesias, Podemos, que ciertamente un demócrata no ha der perder de vista .
 
Otro partido emergente en auge, Ciudadanos, también sumergido por el PP en la sospecha,  inquieta enormemente  a Rajoy, que ya se había acostumbrado a gobernar en solitario, desde que va empalmando victorias en las Autonómicas y le está comiendo la tostada. Pero el PP tiene la esperanza de que partidos conservadores (pocos ya), pueden mantenerle en el poder. ¡Cómo echará de menos el Presidente del Gobierno a la catalana CiU! Si ésta, aunque fragmentada, siguiera teniendo representación en el Congreso, tras las "Pujoladas" y la deriva independentista orquestada por el "molt honorable" Artur Mas, no sería el compañero de viaje más indicado frente a la opinión pública.
 

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario