miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tema de hoy: "La policía de Espe"




La presidenta de Madrid, Doña Esperanza Aguirre, exige una policía autonómica al ministerio del Interior. Aduce para ello la multitudinaria manifestación de los “Indignados”, ocurrida en sus propias narices a últimos del pasado mes de mayo, días antes de las elecciones autonómicas y municipales. Decenas de millares de personas ocuparon disciplinada y pacíficamente la Puerta del Sol y calles adyacentes, bajo el lema de “Estamos Indignados”. Acamparon en el Puerta del Sol casi una semana con una manifiesta buena organización. No atacaban a ningún partido político, sino a todo el sistema. La manifestación de los ”Indignados” tuvo sus réplicas en diversas capitales españolas e incluso en el Extranjero, por ejemplo, en Bruselas.

Doña Esperanza también se indignó y pidió a Rubalcaba, a la sazón ministro del Interior, la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Rubalcaba le contestó que “no había que crear conflictos innecesarios”, y allí se quedó sola la aguerrida Aguirre. Tal vez con el PP en el poder, Esperanza Aguirre obtenga la policía que desea. Suponemos, sin embargo que en el caso de que la presidenta de Madrid tenga su propia policía, la utilizará sólo contra manifestantes de izquierdas y en especial contra los “Indignados”, si reanudan sus acciones de protesta por un país y una clase política que no funcionan. O ¿nos dará la sorpresa de emplear su guardia pretoriana contra la creciente delincuencia nacional e internacional, que incluso roba a los turistas en la mismísima y tan castiza Plaza Mayor? Es altamente preocupante el número de mafias de la droga, la prostitución, y la delincuencia en general que existen en la capital de España.

Doña Esperanza (PP) es una mujer sin escrúpulos políticos, según podrá atestiguar el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, también PP, que suele recibir collejas de la belicosa Aguirre, cuando éste se asoma demasiado, haciéndole sombra a su presidenta, o interfiere en sus ambiciones políticas. ¡Con qué gusto se vería la condesa consorte de Murillo en el lugar del rancio Rajoy! Con su inteligencia, su astucia, su femineidad y simpatía, Esperanza Aguirre, cuyo mayor deseo sería convertirse en la Margaret Thatcher española, reúne las mejores condiciones para el populismo. Habría que imaginarse un PP en el poder con Aguirre de presidenta del Gobierno. No hace mucho tiempo dijo en unas declaraciones que no excluiría una coalición con Falange Española.

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