jueves, 14 de mayo de 2015

Atalaya: El Centro





El Centro es uno de los instrumentos del capitalismo para descafeinar a los partidos de izquierda. O como dice un amigo: “matar a la fiera” (la izquierda democrática)  Partiendo de la base de que la mayoría de la sociedad es “centrista”, los partidos derechistas han venido monopolizando este concepto para obtener mayorías, apalancándose también con el populismo. ¿Fue una broma de Fraga llamar a un partido de pura derecha “Partido Popular?
 
La mayoría de los ciudadanos identifican “centro” con paz, estabilidad, seguridad económica y orden. Lo que más preocupa hoy a los españoles es la pobreza, el paro, la corrupción y el terrorismo. La mala fama que el comunismo, llamado cínica y mentirosamente “socialismo real”, hizo que partidos con recia raigambre  socialista adoptaran el término “socialdemócrata”, vituperado por los comunistas como “socialfascistas”.  Ahora, con el centrismo, los socialistas son situados por los capitalistas como “revolucionarios” que quieren subvertir al “sistema”. De ahí los esfuerzos del PSOE  por seguir el ejemplo del partido socialdemócrata alemán, SPD, que con tanto centrismo se está convirtiendo en un partido casi conservador, consiguiendo así que se frote las manos Die Linke (La Izquierda). Esta formación política de izquierda radical, heredera del antiguo Partido Socialista Unificado (SED) que regía de forma dictatorial los destinos de la  antigua República Democrática Alemana (“DDR”). Tras la reunificación alemana, el partido fue refundado por los comunistas de la extinta RDA. Hoy,  la formación Die Linke,  hasta hace bien poco muy admirada por los dirigentes de Podemos,  recoge (especialmente a nivel regional) los votos de muchos socialdemócratas desencantados, y más desde que éstos, en su intento de reclamar también el “centro”, han formado coalición con los conservadores (CDU/CSU) de la señora Merkel. El capital alemán puede respirar tranquilo.

¿Sería posible que en España formaran una coalición los conservadores (PP) y los socialistas? El cacao político español, muy agravado por la corrupción en las cercanías muy inmediatas del PP, hace todo posible. La patronal no vería con malos ojos si el PSOE se uniera al “sistema”, constituyendo la coartada social del capitalismo ibérico. A mí me parece que “Ciudadanos” está viéndolas venir, mientras que Podemos se lo está todavía pensando.
 
El PP podría vérselas en la oposición con compañeros de viaje no muy gratos al capital,  a no ser que el poderoso imán centrista no los fagocitara por el camino. Puestos a suponer, ¿es descartable una coalición entre el PSOE y Podemos si puede más el instinto del poder? Después de la dimisión de su tercer hombre, Monedero, ideólogo del nuevo partido, que ya forma parte de la denostada “casta”, Podemos no rechazaría de plano un pacto con los socialistas y por consiguiente una no improbable coalición con el PSOE. Pero éste no sería el camino más apropiado para “socializar” y “humanizar” a los capitalistas.
 
 
 

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