lunes, 20 de noviembre de 2017

TELEVISIÓN: 50 sombras de Grey








Anoche, después de ver en La Sexta la segunda parte de la entrevista de Jordi Évole a Nicolás Maduro, excelente como todo lo que toca Évole, me pasé a Telecinco. Como no conocía la versión literaria de la polémica trilogía “50 sombras de Grey”, sentía curiosidad por el filme que la cadena había anunciado a bombo y platillo durante toda la semana.
 
La peli gira en torno a las peculiares prácticas sexuales de Christian Grey, un joven y guapísimo hombre de negocios, cómo no millonario, que se prenda de una bella joven, la recién graduada y todavía virgen Steele, a la que intenta introducir en el mundo sado-maso. Como telón de fondo, un mundo de lujo, lleno de glamour, totalmente alejado del día a día del ciudadano medio.
 
Aún a riesgo de parecer mojigata, a mí la película me pareció un auténtico bodrio muy bien fotografiado. O, para ser más clara, un argumento que da pie a una serie de escenas de sexo, cuyo erotismo es incluso discutible. Para los protagonistas no fue nada fácil el rodaje, que tuvieron que afrontar a base de lingotazos de whisky antes de rodar las escenas más escabrosas.
 
Puede que, por razones de edad, yo considere más eróticas las andanzas de Emmanuelle, una serie de películas para adultos interpretada por la bella actriz holandesa Sylvia Kristel, el mito erótico de los años 70, que ese rollito, aséptico-porno de las “50 sombras de Grey”.
 
Francamente, en honor de la verdad, a mí siempre me ha puesto mucho más el erotismo a base de fresitas y nata que el sexo duro, las esposas y los látigos, pero todo es cuestión de gustos. Pero es el mensaje implícito del filme lo que me parece más peligroso.
 
El peligro que a mi parecer reside en abrir la puerta a una propagación indiscriminada y masiva a través de la televisión de las aberraciones sexuales de un yuppie, que sirve de excusa para hacer apología de prácticas sexuales basadas en la sumisión y la dominación, es el momento particular que estamos viviendo, donde el lado más radical del machismo vuelve a aflorar en nuestra sociedad, supuestamente tan desarrollada y bien informada.
 
Mis temores son que se pueda generar un efecto contagio en algunos jóvenes machos ibéricos que, desinhibidos por el alcohol, decidan dar rienda suelta a sus instintos sexuales más bajos sin pensar en las consecuencias.
 
Precisamente, el juicio de la presunta violación de una joven por 5 integrantes del grupo “La Manada” durante los Sanfermines, debería darnos mucho que pensar sobre el lado oscuro de la naturaleza humana.

                                          El Plural
Por lo que a mí respecta, que Telecinco no cuente conmigo para ver la segunda parte de las “50 sombras de Grey”.
 
Margarita Rey
 
 
 
 
 

 
 

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