viernes, 12 de junio de 2015

Adiós Pierre, James y Christopher



Desde el pasado sábado el cine y la música están de luto. Entre el sábado y el domingo nos dejaron para siempre Pierre Brice (86), James Last (86) y Christopher Lee (93). Puede que a alguno de ellos no le pongan cara, pero estoy convencida que se acordarán si les refresco la memoria.
 
Empezaré por Pierre Brice, nombre artístico del barón francés Pierre Louis Le Bris, el actor que encarnó en los años 60 en la gran pantalla, nada menos que once veces, a Winnetou, el jefe apache creado por el escritor alemán Karl May. En mi opinión, Pierre era incluso más apuesto que Erol Sander, el galán de origen turco, omnipresente en la actualidad en la televisión alemana, que ha sido el último intérprete de ese indio bueno, justo y amante de la paz famoso en todo el mundo.
 
No hace mucho volví a verle en un canal regional protagonizando una de esas viejas películas de la saga del indio Winnetou que rodó hace ya medio siglo junto a otros guaperas de la época: el ex Tarzán Lex Barker, en el papel de su amigo Old Shatterhand y el por aquel entonces ya entradito en años, Stewart Granger como Old Surehand. Finalmente, cuando se hartó del personaje, se le vió en algunos spaghetti westerns y en diversos papeles en series de la televisión alemana. Después, se dedicó principalmente a actuar y dirigir obras de teatro y, ya retirado, a escribir, promocionar  jóvenes talentos y a obras de caridad (recogió más de 2.000.000 de euros para el tercer mundo). Por todo ello y por su contribución a la amistad entre franceses y alemanes, le fueron concedidas La Cruz de Mérito de Primera Clase alemana (1992) y La Orden de Caballero de la Legión de Honor (2007).
 
Pierre Brice falleció el pasado sábado víctima de una insuficiencia respiratoria.
 
Otro grande que se fue para siempre el sábado tras una grave enfermedad fue el músico alemán James Last, una leyenda de la música alemana y creador del sonido "happy party".
 
Hans, nombre de pila que luego cambió porque sonaba mejor en el anglosajón James, tocaba el piano desde los 12 años. Desde muy jovencito, en plena guerra mundial, Hans tomó la decisión de dedicarse al jazz, esa música de negros tan odiada por el régimen nazi. Una vez finalizada la contienda, empezó poco a poco a forjar su carrera como bajista en diversos conjuntos. Su carrera internacional como líder de su propia orquesta empezó en 1964 cuando la discográfica Polydor le ofreció un contrato en exclusiva.  Con su “big band” viajó por todo el mundo cosechando éxitos hoy inimaginables.
 
A lo largo de su carrera, Hansi (como le llamaban cariñosamente sus amigos) vendió más de 50 millones de discos, por los que recibió más de 200 discos de oro y 17 de platino.
 
James, que vivía desde hace más de 30 años en Florida (USA), al enterarse de que estaba irreversiblemente enfermo, quiso despedirse para siempre de su público con una gira en la que le acompañaban 40 músicos, todos viejos amigos, que le llevó esta primavera a Londres, Suiza, Austria y a diversas grandes ciudades alemanas, entre ellas Colonia, donde dio su último concierto ante 6.000 personas.
 
Según declaró el músico en una entrevista del año 2014 concedida al diario BILD: “No tengo miedo a la muerte. Desde hace 20 años soy consciente de que esto se terminará alguna vez. Cuando el de allí arriba decida que ha llegado el momento, vendrá a buscarme”.
 
Su hora le llegó el sábado en Palm Beach (Florida) rodeado hasta el último aliento de todos los suyos.
 
El tercero en abandonar este mundo ha sido el actor británico Christopher Lee. Aunque su muerte, debida a problemas respiratorios que se complicaron, tuvo lugar el día 7, su familia no quiso que se supiese hasta ayer.
 
Antiguo piloto de la RAF, cuando finalizó la II Guerra Mundial su altura de 1,97 y su  aristocrático porte (su madre era la condesa Estelle Mari Carandini di Sarzano emparentada con la más rancia aristocracia italiana) le abrieron las puertas del cine. Pero sería en 1957 cuando el personaje del conde Drácula le catapultó a la fama mundial. Un Drácula que él supo interpretar como ninguno de sus predecesores, incluido el conocidísimo Bella Lugosi.

En su haber de más de 300 películas, la mayor parte de ellas de terror, cabe destacar "El hombre de la pistola de oro", un James Bond en el que interpretó a su enemigo Scaramanga o, más recientemente, "El señor de los anillos" (donde encarnó al malo malísimo mago Saruman) y la segunda y tercera entrega de "La Guerra de las Galaxias".
 
Por sus méritos por el país, Lee  fue nombrado en 2001 caballero del Imperio Británico por la Reina de Inglaterra.
 
Sin embargo, pocos saben que con más de 80 años ya Christopher Lee grabó como cantante cuatro discos con la banda heavy metal italiana Rhapsody of Fire. En 2010 quiso hacer en solitario un álbum de heavy metal sinfónico, "Carlomagno: por la espada y la cruz". Y para celebrar su 92 cumpleaños; Lee lanzó un nuevo álbum de rock duro, "Metal Knight" (Caballero de Metal).
 
El domingo pasado, la vida de esta estrella que parecía incombustible se apagó para siempre.
 
Gracias por los buenos momentos que nos habéis hecho pasar, cada uno a su manera. Allí donde estéis, descansad en paz.
 
Margarita Rey






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