Justo después de regresar de El Campello, Manuel
se ha puesto malito y yo le estoy cuidando lo mejor que sé y que puedo. No es nada grave (hongos en el
esófago debido a la ingesta de antibióticos), pero sí algo muy molesto. El pobre no
tiene ganas de nada y a mí, entre unas cosas y otras, no me queda materialmente tiempo para escribir. Por ese motivo, este blog
permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. Disculpad las molestias.
Margarita