Hoy hace exactamente una semana que un grupo de unos 16 amigos de Facebook, todos nosotros de ideas avanzadas, nos reunimos en el recoleto Café del Sur de Albacete. La idea de esa tertulia surgió del ex alcalde de Albacete Manuel Pérez Castell, de José Julio del Olmo y de Antonio Navarro. El motivo: elaborar propuestas con el objetivo de convertir poco a poco a Albacete en una ciudad más bella y más habitable. Los tres iniciadores venían de casa con los deberes bien hechos, incluso con un estilizado logo en la cartera, especialmente creado para la ocasión por una de las asistentes, la conocida diseñadora gráfica albacetense Ana Navarro. Lo primero que me impactó en él fueron las palabras “Arte”, “Ética” y “Estética”. De color verde sobre fondo blanco, el dibujo tiene una gran similitud con la balanza de la Justicia, símbolo de equilibrio y prudencia. Una buena idea de Ana para llamar al instante la atención del contemplador.
Una vez hechas las presentaciones y ya metidos en faena, uno tras uno expresamos de forma abierta y sin cortapisas nuestra opinión. Nada que ver con esas mesas redondas de la tele en las que los participantes gritan, se interrumpen los unos a los otros y no prestan atención a los argumentos de los demás. Claro que nosotros, al contrario de los tertulianos de profesión, somos personas educadas y que saben escuchar. Y es que pronto nos dimos cuenta de que la idea fundamental era la de poner en pie un proyecto común: el de “agorizar” las calles, plazas y jardines de Albacete, muy abandonados en estos últimos años, para el disfrute de vecinos y visitantes de la ciudad. Digo “agorizar” porque todos sabemos que el “ágora” de la antigua Grecia era el lugar donde la gente se agrupaba para hablar o simplemente ir de un lado a otro para poder contemplar los espectáculos que se ofrecían, ya que allí tenían lugar muchas actividades al mismo tiempo.
En Albacete no son plazas ni jardines lo que faltan. Sin embargo, la mayoría de ellos están bastante dejados de la mano de Dios, a menudo descuidados y con el mobiliario urbano sucio debido a la plaga de palomas. En vez de ser lugares de ocio para todos, suelen ser tan sólo frecuentados por abuelos o por perros, cuyos dueños sacan regularmente a pasear para que hagan allí sus necesidades. Precisamente, algo que me choca cuando atravieso el cercano Parque Abelardo Sánchez es la falta de actividades lúdicas para la ciudadanía. Una auténtica pena teniendo en cuenta las posibilidades que tiene ese hermoso espacio abierto que, con un poco de buena voluntad por parte de los responsables, se podría convertir por muy poco dinero en un magnífico foro cultural y recreativo para todos los vecinos de nuestra ciudad.
Parques y plazas están ahí para ser vividos y ser parte, estén donde estén, del alma de la ciudad. Eso sólo se consigue si se les insufla vida por medio de pequeñas actividades que no se reduzcan -como la “gerontogimnasia” o los conciertos en el templete- a un par de meses en el verano. ¿Qué tal organizar exposiciones al aire libre o permitir que algunas jóvenes promesas musicales, ávidas de demostrar al público su valía, puedan actuar libremente en esos lugares para que los viandantes se paren a ver o escuchar y no pasen simplemente de largo?
Pero lo más bonito de este proyecto, todavía en estado embrionario, es que está pensado para que todos los albaceteños puedan participar con ideas y sugerencias, por encima de razas, creencias religiosas o tendencias políticas, en este caso totalmente fuera de lugar, ya que se trata de construir un proyecto de ciudad común, en el que todas las personas tengan voz, y trasladar estas propuestas a nuestro Ayuntamiento para que las ponga en práctica. Nuestro deseo es conseguir que Albacete se convierta en una ciudad más amable e inteligente, con espacios peatonales y zonas verdes en los que se celebren regularmente actividades de índole cultural (o simplemente recreativas) que sirvan para fomentar las relaciones personales entre los participantes, ya sean vecinos o no de esta ciudad.
Según se desprende de las positivas reacciones que ha tenido el pequeño resumen del acto y el logo de “Albacete Concejo Abierto” que colgó Manuel Pérez Castell en su muro de Facebook, esta iniciativa parece que goza de muy buena salud. Mi imaginación se desboca y cede el paso a aladas fantasías: ante mis ojos tengo a nuestro modesto templete convertido en un “rincón del orador” como el de Hyde Park en Londres, donde los domingos por la mañana se reúne la gente para expresar su opinión sobre cualquier tema, siempre que no vaya contra la Ley. Pero, como no es bueno empezar la casa por el tejado, de momento lo más inmediato va a ser la creación de un grupo en Facebook, al cual todos los albaceteños están invitados a unirse. Después, ya veremos. Como decía mi madre: “Pasito a pasito todo se andará”.
Margarita Rey
Sí está Pérez Castell, vigilad el agua de los floreros.
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