Ahí lo tenemos: estamos igual o peor que antes de las elecciones. Puigdemont se frota las manos porque se ha salido con la suya y le ha ganado el pulso a su rival independentista, Oriol Junqueras, que se las proponía muy felices después de la huida a Bélgica del ex presidente de la Generalitat. Sin embargo, la formación de Puigdemont, JuntsperCat (Junts per Catalunya), ha conseguido, contra todo pronóstico, 34 escaños contra los 32 de Esquerra Republicana y Puigdemont, exultante, vuelve a ser el de antes, un gallito desafiante que ofrece ruedas de prensa a diestro y siniestro. A primeras horas de esta mañana, Puigdemont ya se permitía opinar que “España tiene un pollo de cojones". Lo que no podía saber es que La Sexta estaba grabando la videoconferencia desde Bruselas con sus compañeros de partido en Cataluña y que no iba a tardar en retransmitirla en su programa de mañana, “Al Rojo Vivo”.
Pero pelillos a la mar, el ex honorable, encantado de ser el foco de atención, no ha tardado en dirigirse a su enemigo íntimo Rajoy para convocarle "por razones obvias" a una reunión en cualquier país que no sea España y, por si eso no bastase, “sin condiciones previas”. Ya ayer por la noche, nada más conocerse los resultados definitivos, Puigdemont dirigió la primera pulla al Ejecutivo y al Rey: "La república catalana ha ganado a la monarquía del 155".
A Rajoy, que tras sus desastrosos resultados no está para tirar cohetes (ha conseguido tan sólo 3 escaños, 5 menos que en 2015), no le consuela que también la CUP (4 escaños) se haya desplomado. Los Populares pierden el grupo parlamentario propio e, ironías del destino, pasan a formar parte del Grupo Mixto, a la vera de su polo opuesto, la CUP. Y ahora a Rajoy le toca de nuevo lidiar con el movimiento independentista que sigue más vivo y coleando que nunca. Aunque haya sido por los pelos (ha bajado de 72 a 70 diputados y mantiene prácticamente igual sus 47% de votos), el bloque independentista ha conseguido salvar los muebles frente a los llamados “constitucionalistas”. La china en su zapato ha sido Inés Arrimadas, una aguerrida y guapísima abogada de origen jerezano, candidata de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat. Gracias a su titánico esfuerzo, C’s se ha convertido de la noche a la mañana, con más de un millón de votos, en el partido más votado, en votos y escaños (25,3% y 37 respectivamente), de Cataluña. Pero el estancamiento del PSC de Iceta (17 escaños), que ha hecho una campaña irregular y con muchas meteduras de pata, parece haber alejado su sueño de convertirse en presi de la Generalitat. Arrimadas lo tiene complicado porque la aritmética es la aritmética y los números no le dan la mayoría necesaria para poder capitanear la Generalitat. Por muchos malabarismos que haga, Cs, PSC y PP- no alcanzan la mayoría de 68 escaños en el Parlament, mientras que JxCat, ERC y la CUP, gracias a la injusta Ley Electoral que ellos mismos votaron a su medida y que beneficia a zonas rurales de escasa población, sí que podrían revalidar gobierno, partiendo de que la CUP sí que dará su apoyo a los dos grandes partidos independentistas, aunque no forme parte del gobierno.
También la prensa internacional se hace eco y muestra mayoritariamente su preocupación por el resultado de las elecciones catalanas. Pueden leer si lo desean un resumen de los titulares de los periódicos extranjeros hecho por EL PERIÓDICO siguiendo el enlace.
Entretanto, Rajoy ha rechazado la propuesta del ex presidente Puigdemont de reunirse en el extranjero y ha recordado que es Inés Arrimadas quien ha ganado las elecciones. En el curso de unas declaraciones a la prensa esta misma mañana, Rajoy se ha mostrado muy contundente:
1) “Haré un esfuerzo por mantener un diálogo con el gobierno que salga de estas elecciones, pero también haré un esfuerzo para que la ley se cumpla”
2) “Espero que el nuevo gobierno abandone la unilateralidad y que no se sitúe fuera de la ley”
3) “No aceptaré que nadie se salte la Constitución, ni la ley, ni el estatuto de Cataluña”.
Puede que Rajoy lo tenga claro. Yo, no tanto. Temo que haya una reedición del "procès" independentista que siga arruinando a Cataluña. Y me pregunto: ¿Qué piensa hacer Rajoy si Puigdemont, convertido en héroe independentista, abandona su autoexilio en Bruselas y se presenta en Cataluña para ser investido Presidente de la Generalitat? La Marimorena sería poco ante el guirigay que los independentistas armarían si le detuvieran al franquear la frontera.
Estoy empezando a verle sentido y a darle la razón al ex honorable en su frase de que “España tiene un pollo de cojones".
Margarita Rey
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